Barajas

«No había visto nada igual desde el 11-S» dice un comandante

Los aeropuertos españoles comienzan a vivir las primeras escenas de tensión debido a la parálisis forzada por los controladores aéreos. Decenas de vuelos han sido ya suspendidos, miles de viajeros esperan, incrédulos, una solución para poder realizar sus viajes. 

En uno de de los vuelos suspendidos en Barajas, cuando el comandante ha comunicado a los viajeros que debían abandonar la nave porque la falta de controladores obligaba a la cancelación, no ha tenido reparo en reconocer que "no había visto nada igual desde el 11-S".

A otros pasajeros las aerolíneas se han limitado a pedir que tengan paciencia y que "a ver si en dos o tres horas podemos despegar". Uno de los afectados en Barajas es la plantilla del primer equipo del Atlético de Madrid se ha visto obligado a desplazarse en autobús a Valencia, donde mañana se enfrentará al Levante en el encuentro que abrirá la decimocuarta jornada de la Liga BBVA . Según informa el conjunto 'colchonero' en su página web oficial, la expedición rojiblanca no ha querido tener más sorpresas y ha decidido acudir por carretera a la capital del Turia. Se espera que el conjunto madrileño llegue alrededor de las diez de la noche a Valencia y se concentre en el hotel hasta que ponga rumbo al Ciudad de Valencia el sábado por la tarde.

"Que venga el Ejército""Debería venir el Ejército para poner orden", dice José, que junto a su mujer estaban subidos en el avión, en el principal aeropuerto madrileño, preparados para pasar el puente de la Constitución en Canarias. Todo iba bien, hasta que fue fatal. El avión no despegó y les obligaron a bajarse. Siguen en el aeropuerto, esperando a que les bajen la sillita de la niña y no saben qué hacer. Les han dicho que quizá puedan salir dentro de tres horas, quizá mañana, quizá nunca. El avión estaba lleno de gente que está igual de confundida. Él es un experto en Derecho. "Habría que ir a por los controladores por la vía penal, por la que están organizando, por poner en peligro la seguridad del país", casi grita, intentando no perder la calma, cuando casi todo el mundo, menos los controladores la están perdiendo