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Manila

Ordenan detener a la ex presidenta de Filipinas por malversación de fondos

Un tribunal de Manila ha ordenado detener a la ex presidenta filipina Gloria Macapagal Arroyo (2001-2010), así como a otros diez ex miembros de su administración, por malversar los fondos de la lotería estatal.

La orden de arresto contra la ex presidenta y sus ex colaboradores todavía no se ha ejecutado porque el tribunal capitalino la ha dictado a última hora del miércoles y todavía está pensando cómo proceder con las múltiples detenciones.

El cargo que se le ha imputado a Arroyo es el de saqueo, por lo que es poco probable que consiga evitar la prisión preventiva, ya que la legislación filipina establece que es un delito para el que no se admite fianza. De ser declarada culpable, podría ser condenada a cadena perpetua.

El Defensor del Pueblo ya denunció en su informe del mes de septiembre que la ex presidenta y sus ex colaboradores acumularon en beneficio propio 366 millones de pesos filipinos (6,8 millones de euros) procedentes de los fondos de la lotería estatal.

Arroyo ha sido detenida en varias ocasiones. La primera fue en noviembre de 2011, acusada de fraude electoral, y la segunda cuatro meses después, por impulsar un acuerdo estatal con una empresa china por el que altos cargos recibieron comisiones.

Tras su primera detención Arroyo, de 65 años de edad, fue ingresada en un hospital militar de Manila por sus problemas en la columna vertebral, del que salió en julio tras pagar la fianza por la acusación de fraude electoral.

A pesar de ello, la ex presidenta ha presentado esta semana su candidatura para ser reelegida como diputada en las elecciones legislativas que se celebrarán el próximo mes de mayo en el país asiático.

El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, se ha comprometido a luchar contra la corrupción, un problema endémico que está afectando negativamente a la economía nacional. En esta persecución se enmarcan los procesos judiciales contra Arroyo y sus ex colaboradores.

El ex presidente Joseph Estrada (1998-2001) también fue perseguido por su sucesora en el cargo por saqueo y finalmente fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua, aunque después se le redujo el tiempo de prisión.