Rajoy abrirá por primera vez la campaña electoral en Cataluña

MADRID- Por primera vez en la historia electoral del PP, su candidato a la Presidencia del Gobierno hará la pegada de carteles en tierra catalana, en concreto en Barcelona, otro símbolo de hasta qué punto los populares creen que su mayoría absoluta pasa por Cataluña, y también, claro, por Andalucía. Ha sido una decisión de última hora porque el recorrido de la caravana se había previsto con el arranque en Sevilla. El último mitin, como manda la tradición, será en Madrid. *

A Rajoy le han preparado una campaña con un ritmo moderado, en la que, contando con la precampaña, estará en todas las comunidades autónomas al menos una vez. En algunos casos, como Cataluña o Andalucía, repetirá visita, en coherencia con esta estrategia de darlo todo para afianzar el vuelco de los resultados de 2008 en dos de los bastiones socialistas por excelencia. En el caso catalán, en las anteriores generales el PP obtuvo 8 diputados por 25 del PSC. Ahora el PP se ha fijado como objetivo reeditar su mejor resultado en unas generales, 12 diputados, y lograr un senador por Barcelona y Tarragona. El «número uno» por Barcelona, Jorge Fernández, explicó ayer que lo más probable es que la pegada la hagan en Castelldefels, que, tras Badalona (Barcelona), «fue el principal municipio en el que el PP catalán se impuso en las elecciones municipales de mayo», informa Efe.

Más estadista
En el primer fin de semana de campaña la agenda de la caravana de Rajoy se ha sometido al debate que el lunes 7 de noviembre le enfrentará con Alfredo Pérez Rubalcaba, restringiéndole al mínimo su actividad. De lo que queda por ver no hay que esperar grandes sorpresas ni en el plano formal ni en el del contenido, sino a un Rajoy que ignorará los «trapos» que le coloque delante el PSOE y que seguirá haciendo más de presidente y de estadista que de candidato. La estrategia de los populares ante estas elecciones respetará el patrón de las autonómicas y municipales. En el entorno de Rajoy sostienen que no les interesa una campaña de confrontación dialéctica con el PSOE porque eso les alejaría de su objetivo de centrar el «tiro» en la economía.