Fotografía
Un hombre culto y refinado por Valvanuz Sánchez de Amoraga
Pedro Morenés no muestra gran expresividad, apenas mueve las manos y el cuerpo lo mantiene quieto. Esto resta mucha fuerza a su mensaje, y, unido a un tono de voz bajo y a un ritmo lento, hace que le cueste llegar al público.
Sigue el discurso con movimientos de cabeza y muestra la parte derecha de su rostro, lo que habla de una persona racional y sensata a la que le gusta preparar las situaciones. Es un hombre culto y con facilidad de palabra. La posición de sus pies hacia el exterior al andar delata su gran capacidad de escucha, su amplitud de ideas y su capacidad para una visión global.
Su tendencia a bajar la mirada cuando habla refleja, además de timidez, reflexión para contestar a las cuestiones que se le presentan. Siempre lleva la espalda recta, lo que da elegancia a su figura y firmeza a sus palabras. Cuando está intranquilo aprieta hacia dentro la mano formando un puño. En general, le cuesta controlar sus manos, por eso tiende a unirlas o a colocarlas en los bolsillos.
El veredicto
Su arma secreta:
la prestancia.
Su punto flaco:
las manos.
Miente con sus gestos: NO
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