La operación Calderón sin recurso

MADRID- La transformación urbanística del entorno del Estadio Vicente Calderón y la antigua fábrica de Mahou no podrá llevarse a cabo, al menos tal y como acordaron el Atlético de Madrid, Mahou S.A. y el Ayuntamiento de Madrid en el año 2007. La Comunidad negó ayer, a través de un comunicado firmado por la consejera de Medio Ambiente, Ana Isabel Mariño, que vaya a recurrir la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que se dio a conocer el jueves. El alto tribunal anula una modificación del Plan General de Ordenación Urbana de diciembre de 2009 por la que se permitió edificar en este entorno alturas superiores a tres pisos más ático; una edificabilidad máxima que Esperanza Aguirre fijó en la Ley del Suelo de la Comunidad en el año 2007.
Tras conocerse el polémico fallo, la delegada de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Paz González, declaró a Efe que «el Consistorio, conjuntamente con la Comunidad», estudiaría la interposición de un recurso. Sin embargo, ayer, el Gobierno regional aclaró que no recurrirá el fallo; sus servicios jurídicos recibieron el jueves la sentencia y ahora estudian «las consecuencias de esta decisión judicial», aunque no se plantean modificar la Ley del Suelo. Por su parte, fuentes municipales aseguraron a este periódico que tampoco recurrirán la sentencia del TSJM y estudiarán ahora las «medidas oportunas» para poder sacar adelante el convenio.
Y es que el fallo del TSJM podría rebajar a la mitad el aprovechamiento urbanístico de la llamada «operación Calderón» . El acuerdo inicial daba un derecho de edificabilidad al Atlético de Madrid y a la cervecera de 175.000 metros cuadrados y contemplaba la construcción de 2.000 pisos de régimen libre, algunos de ellos en torres de hasta 10 alturas, que ahora tendrán que rebajarse a 4 pisos, como ha obligado el TSJM en cumplimiento de la Ley del Suelo.
La «operación Calderón» fue firmada a tres bandas y recogía que por cada 100 metros cuadrados construidos por Mahou o por el club de fútbol (posteriormente vendió a FCC sus derechos urbanísticos a cambio de la demolición del Calderón y la construcción de su nuevo estadio), éstos debían ceder al Ayuntamiento un 30% de suelo para equipamientos municipales y zonas verdes. Por este motivo, una modificación en la edificabilidad de la operación podría alterar todo el convenio urbanístico, incluidos dos de los puntos de los puntos más populares, como el soterramiento de la M-30 a la altura del estadio y la cesión al Atlético de La Peineta, cuyas obras de demolición para la construcción del nuevo campo se iniciaron a finales de 2011.