Ciudad Real
Un desempleado se lleva los 186000 euros del bote de «Pasapalabra»
Carlos Rodríguez, un madrileño desempleado de 31 años, resolverá este martes la decisiva prueba de 'El Rosco' de Pasapalabra y se hará con los 186.000 euros del bote acumulado. Estudiante de 5º curso de Antropología, el joven, que actualmente reside en Ciudad Real, responderá correctamente en 120 segundos a las 25 definiciones que le propondrá Christian Gálvez en la edición del concurso que Telecinco emite a las 20.00 horas.
El concursante, acumula cerca de dos años en situación de desempleo. "Aunque al estar estudiando, digamos que ha sido 'medio voluntario'. No estoy como otras personas oprimido por las deudas y la necesidad. Afortunadamente vivo en Ciudad Real, con mi madre. Eso sí, mi horizonte profesional es penoso'.En este sentido, el joven, escritor aficionado de poesía y relato, ha afirmado que pertenece a una familia en la que he podido hacer una vida más encaminada al ahorro pero que es una opción que no ha elegido. "Llevo un montón de años trabajando. Dejé la carrera a punto de ser economista hace casi 10 años. Durante todo este tiempo he llevado a cabo una vida independiente y he desarrollado trabajos poco cualificados, mal remunerados y, en muchos casos, sin asegurar", explica.Ahora, tras hacerse con los 186.000 euros del bote, Carlos Rodríguez se ha referido a sus planes más inmediatos: "Lo cierto es que a título de inversión no tengo nada decidido. En cambio, mis planes a corto plazo han cambiado, por supuesto. Ahora, al librarme de esas presiones del dinero que necesito para mañana o para pasado mañana, el máster lo voy a posponer. Haré un viaje por Sudamérica, empezando por Argentina".Del mismo modo, se refirio a suis sensaciones durante el concurso a la hora de llevarse el premio. "Tuve la sensación de que era factible. Si no era ése el día, iba a ser próximamente. Aunque es cierto que también tuve algún momento de debilidad". Al respecto, destaca que ha abordado el momento de mayor tensión en su experiencia televisiva, tras pronunciar la última palabra: "Cuando Christian me dijo '¡correcto!', fue cuando realmente me puse nervioso. A la gente le llamaba la atención la templanza con la que abordaba las pruebas, pero ahí es cuando me puse nervioso, aunque también estaba muy feliz", concluye.
✕
Accede a tu cuenta para comentar