Florentino ficha

En teoría, el Real Madrid cuenta con un equipo capacitado para decidir qué jugadores se requieren para completar una plantilla competitiva y contratarlos. La práctica demuestra que al final de cada película quien firma el guión es el presidente de la entidad, Florentino Pérez. Empieza a ser signo de prudencia no manifestarse ante cualquier operación mientras él no tome cartas en el asunto.

Se habló muchos días del alemán de origen turco Ozil, uno de los jóvenes triunfadores en el pasado Mundial de Suráfrica, y su fichaje no fue efectivo hasta que el presidente del club, según manifestó el padre de la criatura, decidió intervenir. Ozil tampoco está en la línea de los fichajes con «glamour» en el mundo de la galaxia, aunque sí forma parte del grupo de jugadores contratados este año que han de tener más presencia en los medios informativos dedicados al deporte que en programas del corazón.

Ozil es jugador con vistas al porvenir. No es sólo un fichaje para remediar males actuales. Dada su juventud y sus características futbolísticas se presupone que su labor es para largo recorrido. Como todos los futbolistas de su edad, tiene el peligro de sufrir un parón en su progresión y, no obstante, el tiempo para mejorar y progresar juega a su favor.

La ausencia de Kaká va a dar varias opciones a Mourinho. Ozil, Canales y Khedira tienen la misión de componer distintas alternativas para el juego ofensivo. Quizá con la presencia en la plantilla de varios jugadores habituales para el centro del campo haya demasiado personal para tal régimen. Si Florentino es quien ficha, alguien debería encargarse, al menos, de solventar las salidas. La nómina está inflada.