Comunidad de Madrid
La tragedia que Mónica no pudo evitar
La dueña de la casa murió al tratar de auxiliar a sus empleadas del hogar
Madrid- Sara Patricia y Mónica no tuvieron tiempo de percatarse de que el monóxido de carbono les estaba arrebatando la vida en un chalet del Conde de Orgaz, un exclusivo barrio de la capital. Ambas, empleada del hogar de 41 años, la primera, y la dueña de la casa (de 53), la segunda, sucumbieron a los profundos lazos de Morfeo avivados por los poderes de este gas que les provocó lo que se conoce como «muerte dulce».
Todo el suceso se desencadenó durante el amanecer de ayer. Sara Patricia, de nacionalidad ecuatoriana, descansaba en la planta baja de la vivienda junto a otra empleada del hogar, Verónica C. P., de 25 años, y que al cierre de esta edición se encontraba ingresada con pronóstico grave en el hospital Ramón y Cajal. Fue precisamente esta última, boliviana, quien avisó a los dueños de la vivienda de que algo raro le ocurría a su compañera. Al parecer, según explicaron ayer algunos vecinos, creyó que ésta se había desmayado.
Inconscientes
Mónica J. M. decidió bajar hasta la planta baja para comprobar qué le ocurría a su empleada. Fue entonces cuando inhaló el gas que a esa hora, según se supo después, ya se había cobrado la vida de Sara Patricia y se cayó inconsciente. El monóxido de carbono campaba para entonces a sus anchas en el cuerpo de las tres mujeres.
El marido de la dueña de la vivienda fue quien finalmente llamó a los servicios de Emergencia. En su aviso, recibido en la central a las 7:30 horas, explicó que las tres estaban inconscientes. Hasta el chalé del número 5 de la calle Serramagna se desplazaron los bomberos del Ayuntamiento de Madrid dos UVI móviles del Summa y varias patrullas de la Policía Nacional que se han hecho cargo de la investigación. La principal hipótesis con la que trabajan es la de fallecimiento por intoxicación por «una deficiente combustión de la caldera de gas» y se centraron en localizar los posibles puntos de ventilación «obstruidos» que facilitaron la concentración de monóxido en el chalé.
Una vez llegaron a la vivienda, los sanitarios trataron de reanimar sin éxito a la empleada del hogar y trasladaron a dos centros sanitarios a las otras dos mujeres. Mónica, la propietaria de la casa, falleció tras su ingreso en el hospital Clínico por una parada cardiorrespiratoria. Fuentes de Emergencias precisaron que su pronóstico era muy grave cuando la evacuaron de la casa.
A raíz de este suceso la Comunidad de Madrid ha recordado que es obligatorio inspeccionar las calderas de gas cada cinco años para medir la concentración de monóxido de carbono (CO), así como hacer un uso responsable de estos dispositivos para evitar accidentes.
La llama debe ser azul
- En la Comunidad hay más de 2,3 millones de usuarios de calderas de gas.
- La correcta combustión de la llama se comprueba vigilando que ésta sea azul. También es recomendable mantener libres los conductos de ventilación y de evacuación de los humos de la combustión y revisar las chimeneas y mantenerlas libres de elementos que las obstruyan.
✕
Accede a tu cuenta para comentar