Ciencia y Tecnología

Tatuajes médicos

Más finos que un cabello y tan sofisticados como el procesador de un móvil. Una descripción perfecta para unos pequeños y casi invisibles dispositivos diseñados para administrar fármacos directamente en el órgano a tratar o incluso a monitorizarlo durante un tiempo, y luego desaparecer sin dejar rastro 

Tatuajes médicos
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Mucho más discreto que un chip y más efectivo que una pastilla, así podría definirse un nuevo dispositivo médicos que esta semana ve la luz en «Science». Un sistema electrónico con un grosor inferior al de un cabello humano que se adhiere a la piel como un tatuaje temporal o calcomanía infantil. «El objetivo que perseguimos es el desarrollo de una tecnología electrónica que se pudiera integrar en la piel de una forma invisible para el usuario», John Rogers, departamento de Ciencia de los Materiales e Ingeniería de la Universidad de Illnois (Chicago, EE UU).
Esta semana la publicación científica concedía gran parte de sus páginas a este tipo de dispositivos, cuyo germen se encuentra en el laboratorio de Rogers y cuyas aplicaciones se multiplican cada día: médicas, control ambiental y comunicaciones. Una de las ventajas que resalta el investigadores es su inocuidad, «son hidrosolubles y por el momento en las pruebas de laboratorio con ratas no han mostrado ningún efecto secundario. Los dispositivos constan de dos partes: una ultrafina de circuito integrado, formando una malla abierta, como si fueses una tela de araña; y otra fina suave de silicona que servirá como soporte para el circuito», explica con detalle Rogers, quien confía que en menos de un año esté listo para las pruebas en humanos.
El grupo de investigadores que lidera Rogers en la Universidad de Illnois llevan un largo tiempo trabajando en la idea de integrar la electrónica con el cuerpo para usarlo en la asistencia sanitaria y de bienestar. «Nos dimos cuenta que este tipo de circuitos integrados en la piel son claves ya que coinciden con las propiedades mecánicas de la propia piel», explica Rogers a A TU SALUD. Para su aplicación no es necesaria la cirugía, basta un poco de agua para adherirlo y un simple frotamiento para quitarlo. «El circuito puede permanecer en la piel durante una o dos semanas. El proceso natural de exfoliación de las células muertas de la superficie de la piel hace que sea difícil de mantener una buena adhesión para tiempos más largos», finaliza Rogers.

Futuro tangible

Apagar el despertador con sólo apretar en la muñeca o llamar por teléfono con un simple movimiento del antebrazo ha roto la barrera de la ciencia ficción , gracias a estos avances. «La miniaturización de los componentes electrónicos, el avance en el estudio de la química y la física cuántica, y el enorme interés que despierta la aplicación de la ingeniería en la medicina hace que las investigaciones estén cada día más cerca de los circuitos en la piel», explica Marie Andre Desatarac, investigadora en el Disam (División de Ingeniería de Sistemas y Automática) de la Universidad Politécnica de Madrid.
Este tipo de sistemas consisten en parches adheridos a la piel, como tatuajes temporales, únicamente necesitan el uso de agua para quedar adheridos, como si se tratase de un «calcamonía» que usan los niños. «No tienen efectos adversos sobre la salud porque está creado de materiales biocompatibles, como polímeros; actualmente se usa silicona», comenta Desatarac.
Además de los «tatuajes», el laboratorio de Rogers ha creado las suturas inteligentes «pequeños hilos que sirven para medir la temperatura de la herida que sujetan y así controlar el riesgo o la aparición de infecciones», apunta el investigador de Illinois, que explica que podrán introducir más funciones a estos dispositivos.
 «Las ventajas de este tipo de sistemas es que se pueden compactar de manera asombrosa, como las interfaces hombre-máquina, y los sensores para monitorizar a un paciente. Además evitarían que un paciente vaya regularmente a consulta médica a revisión, pues con esta tecnología se hace más fácil la supervisión clínica en casa, y se evita el uso de aparatos invasivos», asegura Desatarac. «Incluso podían ayudar a personas que tengan problemas del habla, ya que podría servirles para expresarse, gracias a la interpretación que pueda hacer el circuito del movimiento muscular de la garganta», concluye la investigadora de la UPM.

COGER EL MÓVIL AL APRETAR LA MUÑECA

Hace un par de meses la empresa de telefonía Nokia patentó un sistema que utiliza la tinta magnética. La tecnología que plantea la firma finlandesa consiste en una especie de tatuaje sincronizado con los «smartphones», así como funcionan los accesorios Bluetooth, y vibraría cada vez que el usuario recibiese una llamada o un mensaje.
Sin embargo, de momento el proyecto tan sólo es una patente presentada ante la Oficina de Patentes y Marcas de EE UU, tal y como publican diferentes medios estadounidenses como «Wired» y «Unwired View»–. Aunque la idea puede que sea más propia de la ciencia ficción de «Blade Runner», quizás en un plazo de un par de décadas vea la luz y se convierta en una cotidianidad. Este tipo de «haptic communication» –o comunicación vía tacto, como ha venido a denominarse– podría convertirse en tendencia y en ese futuro próximo uno sea capaz de responder al móvil tan sólo con una simple presión en un punto de la mano o el antebrazo.
En la solicitud de patente se detalla que se emplearía un material capaz de detectar un campo magnético que produzca un estímulo de transferencia en la piel. Un texto puede desencadenar patrones específicos de vibración, mientras que el correo de voz se activará otro patrón diferente.