La Paz
Özgüir detenido por malos tratos
El ex marido de la joven rociada con ácido fue arrestado ayer por el Servicio de Atención a la Mujer. Mari Ángeles, que sigue ingresada, solicitó protección y denunció el maltrato desde su habitación en La Paz.
MADRID- A medida que pasan las horas, el cerco sobre Özgüir Dogan se va estrechando. Le tomaron declaración el miércoles por la noche, el día en que su todavía mujer había sido agredida con ácido en la cara, pero le soltaron por falta de pruebas contra él. De hecho, la Jefatura Superior de Policía de Madrid descartó ese día que la agresión se tratase de un caso de violencia de género. Pero aún son muchas las incógnitas que rodean este suceso y no podría obviarse que el joven de 29 años de origen turco estuviese detrás de la atrocidad cometida contra Mari Ángeles Ruiz González. Sobre todo por la actitud de la mujer con respecto a su ex pareja. Al principio le exculpó con seguridad. Comentó que se estaba separando de su ex marido, pero rechazó que estuviese detrás de su agresión. Sin embargo, al día siguiente, la mujer solicitó desde la Unidad de Quemados del Hospital La Paz una orden de alejamiento sobre Dogan. Él quiso entrar a verla a la habitación, pero la Policía ya no pudo permitir su acceso. Como por el momento, mientras esté ingresada, sigue custodiada por la Policía Nacional, los agentes aún no han tramitado la petición, que tendría que ser autorizada por el magistrado de un juzgado de Violencia sobre la Mujer.
Pero las conversaciones con Mari Ángeles parece que van tomando otro cariz. Tras el shock inicial –sufre quemaduras de segundo y tercer grado en la cara y, a pesar de la complicada cirujía a la que será sometida en las próximas dos semanas, los médicos no garantizan que sus párpados y boca vuelvan a ser los que eran– la mujer va tomando confianza con los agentes y las conversaciones han sido más fluidas, lo que ha dejado sus frutos, según fuentes policiales. Si bien Mari Ángeles confirma que Özgüir nunca le pegó, al parecer, sí ejerció sobre ella maltrato psicológico.
Al llegar a este extremo, los agentes del Servicio de Atención sobre la Mujer (SAM) procedieron a practicar la detención del turco. Se produjo a primera hora de la tarde de ayer en el restaurante propiedad de su hermano, en Montecarmelo. Los agentes del SAM le trasladaron a la Jefatura Superior de Policía, donde, a cierre de esta edición, continuaba prestando declaración, ya en calidad de detenido. El delito de malos tratos que presuntamente cometió Dogan contra Mari Ángeles se produjo con anterioridad al ataque con ácido, por lo tanto, él no estaría detenido por este motivo y el Grupo VI de Homicidios continúa investigando quién fue el autor material de la barbarie.
Si bien puede resultar un poco extraño que la mujer denuncie ahora haber sufrido malos tratos por parte de su ex pareja, los expertos no lo consideran tan descabellado. «Muchas mujeres no saben cuándo las están sometiendo a un maltrato psicológico. Quizás ahora, hablando con los agentes de lo que ocurría en su matrimonio, la Policía haya detectado actitudes de maltrato», explicó ayer un agente. Y es que el artículo 173 del Código Penal describe de forma pormenorizada qué es un delito contra la integridad moral. La Ley establece para «el que infligiera a otra persona un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral» penas que oscilan de los seis meses a los dos años de prisión. En este caso, si a Dogan finalmente sólo pueden imputarle este delito, no entraría en la cárcel al no tener antecedentes penales.
Lágrimas
Por el momento, el joven de origen turco pasará a disposición judicial a lo largo de las próximas 48 horas. Su detención probablemente le haya sorprendido tras haber estado charlando horas antes con numerosos medios de comunicación en el mismo bar. Özgüir Dogan lloraba ante las cámaras por todo lo que está ocurriendo y, sobre todo, porque no le habían dejado entrar a ver a su esposa al hospital. «¿Por qué su familia puede y yo no? ¿Qué he hecho mal?», comentó a Antena3. «Yo la quiero por su corazón, no por su cara, porque es una persona muy buena y muy fiel», dijo.
Dogan reconocía que su matrimonio no iba bien pero con un desconcertante testimonio: «Yo siempre he dicho que si le pasaba algo iban a dudar de mí porque nos llevamos mal». También dejaba entrever un ápice de resentimiento o machismo: «Ella hizo un error que ningún hombre acepta y yo también he hecho errores». El hombre insistía en que su única voluntad era «recuperar a su mujer» e insitía en que «ni yo ni mi familia le haríamos nunca daño». De hecho, apunta a los autores de unas supuestas «amenazas» que el matrimonio recibía desde hace meses, según él, como posibles agresores de su mujer. En realidad existen denuncias por estos hecho,s pero la Policía puede barajar ahora que fuera parte de su coartada. «Quieren separarnos», comentaba ayer una y otra vez.
En cualquier caso, los agentes del Grupo VI tienen aún mucho trabajo por delante para resolver todos los flecos de este crimen. Un suceso al que hizo referencia ayer la delegada del Gobierno en Madrid. Cristina Cifuentes espera «que en las próximas horas o días se pudiera detener al responsable». «Va más allá de un acto de violencia de género, utilizando un sistema especialmente cruel. Espero que el responsable sea detenido y que todo el peso de la Justicia caiga sobre él porque creo que este tipo de práctica es especialmente horrenda», reiteró.
Cinco años juntos
Marí Ángeles y Özgüir llevaban casados tres años, pero estaban juntos desde hacía más de cinco. Ella aportó al matrimonio un hijo, que ahora tiene siete años, que tuvo con un novio que la dejó al conocer el embarazo. En la puerta del hospital, Özgüir aseguraba que ella no dudaba de él y que no se iban a separar. Sin embargo, allegados a la joven aseguran que las peleas eran constantes.
El detalle
LA POLICÍA RESGISTRA EL BAR DEL HERMANO
Özgüir Dogan fue arrestado a las puertas del bar restaurante que su hermano regenta en Montecarmelo. Desde la terraza del bar, el turco atendió horas antes a los medios de comunicación y fue allí donde los agentes del Servicio de Atención a la Mujer fueron a buscarle, según explicó un portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Poco después de ser arrestado, la Policía volvió al local para practicar un registro. Se desconocen los motivos de esta actuación policial pero todo apunta a que no estuviera relacionado con la causa de la detención de Dogan (malos tratos) y quizás sí con la investigación que el Grupo VI de Homicidios mantiene por la agresión a Marí Ángeles.
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