Qué será de ellas

A pesar de la inversión de cientos de miles de millones en desarrollo en los diez últimos años y la presencia de las tropas internacionales para garantizar la seguridad, los derechos de las mujeres siguen siendo una asignatura pendiente. Si bien es cierto que en la época talibán la situación era extrema, cuando las mujeres eran un cero a la izquierda, ahora hay mujeres que tienen vida pública, que trabajan en el Parlamento y se han creado asociaciones de mujeres; algo impensable durante el oscuro régimen de los talibanes. Pero estos privilegios sólo los tienen las afganas que viven en Kabul, que han recuperado sus trabajos, como maestras, enfermeras o médicos. En muchos puntos del país la mujer es sólo un mero objeto que se tiene guardado en casa; están subyugadas a las costumbres machistas, al legado que dejaron los talibanes. La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, declaró recientemente que «los derechos de las mujeres deben ser parte integral del futuro del país». Si ahora que están presentes las tropas de la OTAN en Afganistán se siguen cometiendo crímenes brutales como la ejecución pública de Najiba (en la imagen), qué ocurrirá con los derechos de las mujeres una vez que se retiren las fuerzas internacionales.