Cataluña
Antonio Asunción: «Creo necesaria la reforma laboral y la contención del gasto»
«Cuando las filtraciones de los GAL o de los fondos, todos decían que no habían hecho nada»
–Usted, que fue ministro del Interior, ¿cree que se han rebasado ciertos límites en la investigación del «caso Gürtel»?–No, pienso que no, en absoluto. Para eso están las tutelas judiciales y hasta el momento parece que no hay ninguna que esté indicando que hay algún exceso. Hay una interpretación, que hay quien la discute, sobre la resolución de Garzón para autorizar la intervención de comunicaciones con abogados. Esa parte está más discutida y ya se decidirá, pero el procedimiento español es muy garantista.–Luego usted no coincide con esa especie de conjura policial que denuncia el anterior director de la Policía, Juan Cotino.–Yo tampoco creo que Cotino denuncie ninguna conjura...–Dijo que era un montaje tan grave como los GAL...–(Ríe). Es que los GAL no fueron un montaje, hubo condenas muy claras.–Las filtraciones del sumario, ¿son normales dada su amplitud o la gente que interviene?–Eso sí que es normal, porque yo he vivido otros casos como el del GAL o el de los fondos reservados y las filtraciones iban por delante todas. Siempre lo que nos afecta parece lo más grave. Hay que dejar que la Justicia actúe. Porque luego hubo sentencias graves, que algunos condenados decían que no. Roldán era el primero que decía que no había hecho nada y luego mire qué condenas han salido.–¿Coincide usted con la autorización que hace Garzón de intervenir las conversaciones?–No es muy habitual, pero cuando el juez Garzón lo hizo tendría sus motivos y en el razonamiento del auto que dictaría en su momento, y que yo no conozco, supongo que estaría razonado. Si no es así, los recursos que se han presentado, ya dirán en la Sala correspondiente si era la correcta o no. –¿Y qué le parecen las tres causas que tiene abiertas el juez?–A mí me parece que el Supremo no está para perder el tiempo en esas cosas. Porque el imputar que después de comunicar el juez que se abstuviera de unas actuaciones en esa materia, Garzón estuvo una semana como no dándose por enterado, que no sé si es eso lo que se le imputa, que me parece que sí, creo que no era necesario todo... El procedimiento es importante pero a veces tampoco tenemos que medirlo todo con esa pulcritud exagerada porque si es así, sin duda, tendríamos que reabrir muchísimos más sumarios. Como ciudadano de a pie me parece que el espectáculo no está justificado.–En cualquier caso, ¿no ve extraño que pidiera financiación a un presidente de un banco para hacer unos cursos?–Conozco bien a Garzón y lo creo incapaz de cualquier amago de ese tipo. Se le ha atacado muchísimo, y yo lo he tenido que defender siempre, porque me parece una persona muy honesta y eso es lo que le da ese coraje para meterse en todos los temas. Lo han atacado muchísimo. Y la gente que estaba imputada en los GAL, aún más y tuve que explicar que él nunca había manejado fondos reservados. En muchos contextos tuve que explicar muchas cosas, para decir que es un hombre muy honesto y eso es lo que le da esa fuerza para empujar como empuja.–Se desdibuja la separación del poder Ejecutivo y el Judicial.–Yo creo que no se está desdibujando en la medida en que unos jueces actúan en una dirección y el Ejecutivo está diciendo que no le gusta nada. Pero eso tampoco es malo. Otra cosa sería si los diputados fueran tan independiente de representar a los ciudadanos sin el filtro de los partidos. Si ello fuera así, la elección del Consejo General del Poder Judicial directa por el poder emanado del pueblo sería correcta. Pero como aquí interviene el factor de los partidos políticos, al final resulta que a los diputados les dan el papel con el nombre de cuatro y la designación de los miembros del CGPJ se ha hecho entre ocho. Eso es lo que vulnera realmente la separación de poderes. Habría que mirar a otros países con mucho más bagaje democrático. Yo creo que Estados Unidos es un elemento a observar, hay una parte designada, otra que es electa, hay cargos vitalicios, que es muy importante, porque eso sí que te da independencia, para bien o para mal.–Como empresario, ¿qué le parecen las medidas económicas que está adoptando el Gobierno?–Yo creo que están haciendo lo que pueden. Como empresario, ahora me gustaría que hicieran otras cosas, posiblemente la reforma del mercado laboral es un tema que habría que abordar. Claro, yo eso lo digo ahora, posiblemente si estuviera en el Gobierno sería mucho más prudente. Y creo que es una ocasión de oro de poner a la Administración pública en su justo peso. Es el momento para analizar si la Administración provincial tiene hoy algún sentido... Y hay que contener el gasto público, si no, no nos va a creer nadie.–¿El paro superará el 20%?–Espero que no, lo deseo, pero no lo sé. Sería terrible que subiera.–¿Le preocupa el cariz que están tomando ciertas reivindicaciones autonomistas en algunos estatutos, y que los han llevado ante el Constitucional?–Hay cosas que yo no comparto, como es el tema del agua, que yo creo que debe ser cuestión de Estado. Ahora hay mucha agua pero, cuando escasee, va a ser difícil ponerse de acuerdo. No me parecen bien las reservas hídricas de ninguna Comunidad, las quiero en el Estado.–La financiación autonómica compra apoyos políticos.–Yo creo que una vez que se abre el melón de la financiación pues a lo mejor hay que corregir algunas cosas. Cataluña ha sido un contribuyente nato desde el principio. La imagen de que los catalanes se llevaban las tajadas gordas no es cierta, y son con Madrid los que más han pagado. Que ahora ellos quieran un corrector, lo puedo entender legítimo. –Es conocida su amistad con Mayor Oreja. ¿Comparte su teoría de que el Gobierno negocia con ETA?–No, no creo que se esté negociando, porque no hay mucho que negociar. Creo que lo que está haciendo Interior está bien orientado y que Rubalcaba es un magnífico ministro.
ESTATUT CATALÁNEl TC debe prevalecer –Cuando el Parlament catalán, después de que su Estatut haya pasado por un referéndum, reprueba al TC, ¿debe prevalecer la soberanía nacional o el dictado de los tribunales?–El dictado de los tribunales. Siempre. Las normas de juego no se pueden romper cuando a uno le interesa. Los magistrados que están siguen siéndolo. Y el poder que dimana del pueblo ha considerado que no los debía cambiar. Aquí representamos al pueblo según nos interesa. Las Cortes no los han cambiado pues siguen vigentes.
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