Asia

ISAF

Boda sangrienta en Kandahar

Los talibán negaron ser los responsables, pero la crueldad de la acción apunta a una insurgencia cada vez más fanatizada. 

Varios asistentes al enlace aguardan junto a los cadáveres de dos de las víctimas del atentado suicida
Varios asistentes al enlace aguardan junto a los cadáveres de dos de las víctimas del atentado suicidalarazon

«Los talibán se han debilitado, han perdido en una lucha cuerpo a cuerpo y por eso utilizan tácticas viles e inhumanas como las bombas en las carreteras y caminos o los ataques suicidas para aterrorizar a la gente de Kandahar», declaró a LA RAZÓN el jefe de la Policía provincial, Sadar Mohamed Zazai. Y así lo demostraron ayer en un cruento atentado que acabó con la vida de casi medio centenar de personas durante la celebración de una boda en el distrito de Arghandab, a 15 kilómetros al norte de la ciudad de Kandahar.

El estallido de una potente bomba provocó el derrumbe de las paredes del recinto, reservado para hombres, donde estaban reunidos los invitados. Instantes después, los festejos se transformaron en una boda de sangre con más de un centenar de víctimas, entre muertos y heridos. El silencio del horror fue interrumpido por sirenas de ambulancias y coches de Policía que acudieron al lugar del siniestro. Las víctimas del atentado de la madrugada de ayer fueron trasladados al hospital de Mirwais, en Kandahar, donde los médicos temen que el número de muertos pueda ascender debido a la gravedad de algunos heridos.

Entre los asistentes al casamiento se encontraba un jefe de una milicia antitalibán y varios oficiales de la Policía Nacional. Además, el novio era el hijo del jefe de una compañía de seguridad que presta servicio a los convoyes logísticos de las tropas extranjeras. Con estos datos, todo apunta a un ataque talibán.

Aunque ningún grupo se ha responsabilizado del atentado, el Gobierno de Kabul culpó a la insurgencia, antes de condenar enérgicamente la masacre, uno de los episodios más sangrientos en meses, después de que un coche bomba matase a 43 personas en el centro de Kandahar en agosto de 2009.

Desde que los insurgentes dieron por iniciada su campaña de violencia el pasado mes de mayo, en la provincia de Kandahar han sido asesinadas más de un centenar de personas que, supuestamente, trabajaban para el Gobierno o colaboraban con las fuerzas extranjeras.Pero los talibán han negado su implicación en el atentado de la madrugada de ayer y han responsabilizado de la tragedia a la OTAN y al propio Gobierno afgano.

En declaraciones a los medios por vía telefónica, un portavoz talibán, Mohammed Yousif Ahmadi, dijo que «no fue un ataque suicida y lo condenamos. Fue un bombardeo aéreo perpetrado por las tropas extranjeras».