Llorente sí

Florentino Pérez era partidario hace años de los trueques entre clubes e incluso dentro de la misma temporada. Ahora, tal operación es posible, pero aunque el deseo sea contratar a Fernando Llorente, hay que tener en cuenta las formas. Presentarse en Bilbao con la cláusula de rescisión pagada sería ganarse la enemistad del Athletic y sus seguidores de por vida. Otra cosa es pactar con el club el traspaso para la temporada venidera. La buena educación y los dineros no tiene por qué ser conceptos no maridables.

El Madrid, lógicamente, al no poder contar con Llorente para el resto de temporada, ha de hallar jugadores cuyo coste no sea exagerado, dado que se trata de un apaño. Tal vez el ideal es Van Nistelrooy aunque llegara con el compromiso de una temporada más. El caso es aplicable a otro futbolista en similares circunstancias.

Es posible que Florentino acabe complaciendo al entrenador, pero defendiendo los intereses del club, que en muchos aspectos no son coincidentes. Dejar en el banquillo a Benzema en Almería fue lanzar el guante a la cara del presidente. El reto, al margen de las quejas dirigidas al árbitro, el mismo que expulsó injustamente a Albelda en el Bernabéu, fue mala operación. Sobre todo porque fue el francés quien facilitó el gol del empate. José Mario dos Santos debe saber que la Liga no se gana contra el Barça, sino que se logra en los campos del Mallorca, Levante y Almería. En éste venció el equipo barcelonés por 0-8 y es lo que habría hecho el Madrid con un entrenador menos irascible y caprichoso.