Italia y España confían en las medidas «no convencionales»

MADRID- Mariano Rajoy y Mario Monti, jefes de Gobierno de la cuarta y tercera potencia económica de la UE respectivamente, retrasaron ayer 50 minutos su intervención ante la Prensa para analizar las palabras del presidente del Banco Central Europeo. La esperada intervención de Mario Draghi en Fráncfort no cumplió ni las expectativas más pesimistas, pero tanto Rajoy como su homólogo italiano se esforzaron por no dejar traslucir su decepción tras la reunión y el almuerzo que mantuvieron en La Moncloa.

Recién llegado de su minigira europea por Francia y Finlandia, Mario Monti aseguró que había encontrado aspectos «positivos» en la declaración del gobernador del BCE. Monti, que volvió a piropear los «valientes» recortes emprendidos por el Ejecutivo popular (especial mención tuvo la «intensa» reforma laboral), afirmó que Draghi no había dado «ningún paso atrás». Más bien al contrario, el jefe del Gobierno italiano consideró que el BCE cumplirá los objetivos establecidos en el último Consejo Europeo de junio y que quizá los mercados no habían sabido leer las intenciones que subyacen en las palabras de Draghi.

Rajoy estuvo de acuerdo con Monti en que los mercados no acusan de inmediato las decisiones europeas para salvar a la moneda común y destacó que la de Draghi le pareció una «declaración positiva». El presidente del Gobierno destacó que el presidente del BCE ya asume tanto las «operaciones directas en el mercado secundario» como la adopción de «políticas no convencionales» para aliviar la presión sobre las deudas soberanas de ambos países.

Ninguno de los dos mandatarios aclaró si pedirán la ayuda directa del fondo de rescate europeo, tal y como les ha exigido Draghi. Sólo Monti aseguró que su país no necesita un rescate completo, semejante al que recibieron Grecia, Portugal e Irlanda, gracias a la dirección que ha tomado la política económica italiana en los últimos meses.

Por su parte, Rajoy rehusó responder con la misma claridad que el primer ministro italiano pese a la insistencia de los periodistas, pero insistió en que «a partir de hoy yo no voy a hacer cosas distintas, no voy a cambiar de criterio». También apeló al «coraje» y la «grandeza» para superar una etapa tan difícil.

Para Rajoy es muy buena señal, incluso «reconfortante», que el presidente de la entidad comunitaria haya admitido la «irreversibilidad» de la moneda común, un punto en el que él mismo incide cada vez que tiene ocasión.

Monti resaltó que el mensaje de Draghi tiene ahora más valor que el que realizó la semana pasada porque tuvo lugar tras una reunión de todo el consejo bancario y no se trató de una declaración «personal». En tono muy didáctico y pausado, no en vano es profesor en la Universidad Bocconi de Milán, el jefe del Ejecutivo de tecnócratas nombrado para terminar la legislatura inconclusa de Silvio Berlusconi desvinculó la continuidad de su Gobierno con la petición de un rescate a Bruselas. En la declaración conjunta hecha pública tras el almuerzo, los dos líderes coincidieron en que las medidas acordadas en el último Consejo Europeo deben ser aplicadas «cuanto antes».

Bilateral, en octubre
Rajoy y Monti acordaron celebrar el próximo 29 de octubre en nuestro país la XVII cumbre entre España e Italia, tres años después del último encuentro de este tipo, que reúne a los jefes de Gobierno y a varios de sus ministros para avanzar en diversos aspectos de la cooperación bilateral.