Pakistán
El asesino del gobernador de Punjab confiesa su crimen
Mumtaz Qadri, el asesino confeso del gobernador de la provincia paquistaní de Punjab, Salman Taseer, admitió ayer ante un juez de la capital, Islamabad, que cometió el crimen, después de lo cual le impusieron la prisión preventiva.
El equipo de investigación encargado del caso informó que de momento no es necesario seguir interrogando a Qadri, por lo que ya puede comenzar el periodo de prisión preventiva. Asimismo, presentó el informe médico que indica que Qadri está totalmente sano.
A continuación, el juez Malik Ikram Awan le impuso la prisión preventiva e indicó que levanta la sesión hasta el próximo 24 de enero, según informó el diario paquistaní «The Nation». El sospechoso fue trasladado a un tribunal antiterrorista de Rawalpindi, en Punjab.
En una declaración grabada, Qadri confesó el asesinato de Taseer y explicó que lo cometió porque el gobernador se había pronunciado en contra de la Ley Antiblasfemia.
Un miembro del equipo investigador señaló que, según los datos disponibles, el sospechoso actuó solo tanto al planear el atentado como al cometerlo. Qadri, que era uno de los guardaespaldas del gobernador de la provincia de Punjab, lo mató a tiros en Islamabad hace una semana.
Su comparecencia ante el juez se ha producido un día antes de lo previsto. Según las autoridades, porque la Policía ya ha terminado su investigación; según el abogado de Qadri, Malik Waheed Anjum, «para evitar que la gente que le quiere le diese una calurosa bienvenida».
Un héroe para los islamistas
El guardaespaldas ha sido aclamado como un héroe en algunos lugares por haber matado a Taseer, un diputado liberal contrario a la Ley Antiblasfemia, que establece la posibilidad de condenar a muerte a una persona que sea declarada culpable de injuriar al islam, al Corán o a Mahoma.
Dos días después del asesinato, numerosas personas se congregaron junto al tribunal donde se encontraba Qadri para expresarle su apoyo. El pasado domingo, miles de personas participaron en una manifestación en la ciudad de Karachi, en el sur de Pakistán, a favor de la ley contra la blasfemia y algunas de ellas llevaban pancartas en las que calificaban de héroe al asesino confeso.
✕
Accede a tu cuenta para comentar