Comunidad de Madrid
Picasso en Las Ventas por Carlos ABELLA
La Comunidad de Madrid a través del Centro de Asuntos Taurinos y en colaboración con Metro ha programado una exposición en la plaza de Las Ventas, que bajo el título de «Picasso, Arias y la pasión por los toros» integra las veinte piezas más taurinas del Museo Picasso de Buitrago del Lozoya, que Picasso regaló a su peluquero Eugenio Arias y que éste donó a la Comunidad de Madrid para la creación de ese museo, que este año celebra su 25º aniversario. En estas piezas y objetos, que tienen un gran valor artístico y sentimental, se aprecia cómo Picasso exprimió su ingenio para plasmar su admiración por el toro y por la personalidad del torero. Dos de las piezas más curiosas de este legado son la aguada «Toritos fritos», en la que se aprecia la añoranza de Picasso por las costumbres españolas, y la caja de útiles de barbería de Eugenio Arias, en la que el artista grabó en madera una escena de tauromaquia.La selección de obras de inspiración taurina se completa con platos de cerámica, con algunos carteles de exposiciones de Picasso convertidos en geniales recreaciones de toros y toreros y con varios ejemplares de catálogos en cuyo interior el pintor inmortalizó su dedicatoria «Para mi amigo Arias». Y también un ejemplar dedicado del libro «Toros y toreros» en el que Picasso y Luis Miguel Dominguín dejaron la impronta de su amistad, de su concepto plástico y literario del toreo, en una cuidada y exquisita edición de Gustavo Gili.
Recuerdos personalesLa selección de esa veintena de «joyas» del Museo Picasso de Buitrago se ha completado con una colección de fotografías de Lucien Clergue, académico de Bellas Artes de Francia y amigo del malagueño, realizadas en aquellos años en las que se ve a Picasso con Luis Miguel Dominguín, Lucia Bosé o Jean Cocteau y con su amigo Eugenio Arias. Hay también una maravillosa foto del fotógrafo David Douglas Duncan en la que se ve a Arias cortándole el pelo al genial dibujante. Y por último, la exposición ha gozado de la colaboración de Pedro Arias, hijo de Eugenio Arias, quien ha ofrecido para su exposición una pieza clave como la «Tauromaquia», para acreditar la inspiración temática y sensitiva que las suertes del toreo provocaron en uno de los más grandes artistas de todos los tiempos.Arias ha guardado durante años los recuerdos personales de su padre, muchos de ellos taurinos y algunos tan sugestivos como dos cartas manuscritas de Domingo Dominguín, escritas en los años setenta, en las que pide a Arias que sea él quien presente a Picasso a dos personajes tan dispares como el entonces director del NODO, Manuel Augusto García Viñolas, y el entonces no todavía muy conocido periodista y presentador de Televisa Jacobo Zabludowsky. Se exponen también varios carteles de corridas que ambos vieron juntos en Arles o Nimes, un cartel turístico en el que el nombre de Picasso figura entre los de El Viti y El Cordobés y varias fotografías de toreros dedicadas a Arias, además de dos libros autografiados por Pepe Dominguín y por Antonio Ordóñez.
Carlos ABELLA*Escritor y comisario de la exposición
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