Acusan a un comisario de maltratar a sus policías y de usar objetos intervenidos

"Borrachos, puteros, niñatos o cerdos". Estos son algunos de los calificativos con los que el responsable de la Comisaría de la Policía Nacional de Don Benito-Villanueva (Badajoz), David Cervera, se refiere a los funcionarios de policía que desarrollan su trabajo en estas dependencias oficiales. Así lo han denunciado la Confederación Española de Policía (CEP), el Sindicato Unificado de Policía (SUP )y la Unión Federal de Policía (UFP) que han pedido el cese inmediato de Cervera por tratar a los agentes, de forma reiterada, con una "una actitud chulesca y de maltrato".

Una denuncia que se ha escenificado en tres concentraciones de protesta celebradas esta mañana a las puertas de los Ayuntamientos de Don Benito, de Villanueva de la Serena y de la propia Comisaría en la que han participado algo más de un centenar de agentes que han mostrado su malestar con la situación que viven diariamente en estas dependencias.

Una situación insostenible, según ha explicado el portavoz de los sindicatos Fernando Cabanillas, porque a parte de los insultos con los que se refiere a los funcionarios, acusan al jefe de esta comisaría de "beneficiarse del coche oficial para sus desplazamientos en sus días libres o de que disfruta para su uso personal de objetos que se han intervenido judicialmente, como una tele de plasma". También le recriminan por "utilizar el teléfono móvil y el fijo que la Dirección General de la Policía pone a su disposición para vender una caravana".

Además, los sindicatos acusan a Cervera de no gestionar seriamente los recursos humanos y de asignar funciones por amistad. "No es de recibo que el jefe de la comisaría permita que su pareja acceda a un puesto de responsabilidad sin ofertarlo a los demás subinspectores que poseen tanta o más capacidad que ella y bastante más antigüedad". Y es que según han confirmado a este periódico fuentes policiales, la compañera sentimental del jefe de la Comisaría, accedió directamente a desempeñar la jefatura de la Unidad de Extranjería; un destino "bastante apetecible, porque va unido a una gratificación económica, nada despreciable".

Los sindicatos se quejan de que esta circunstancia la han puesto en conocimiento de la Delegación del Gobierno en Extremadura y del Jefe Superior de Policía en la región en innumerables ocasiones para pedirles que restituyan "la dignidad personal y profesional de los policías que trabajan en esa comisaría". "Sin embargo no nos han hecho ningún caso".