Estados Unidos

Lección de discreción

La Razón
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No puede quejarse el Gobierno en general ni Moratinos en particular de la actitud que ha tenido y mantenido el principal partido de la oposición ante el asunto de los cooperantes secuestrados en Mauritania el pasado 29 de noviembre.
Nueve meses han transcurrido sin que el PP haya querido, con lo fácil que lo tenía, hacer sangre de una cuestión sangrante, precisamente para que la sangre no llegara al río. Se pidió discreción y eso es lo que ha habido por parte de todos: del Ministerio, los partidos, las familias de los secuestrados, los medios de comunicación… en contraste con el tumulto que se montó con el «Alakrana». Es cierto que en este caso la cuestión era más delicada porque, al estar Al Qaida por medio y no un simple grupo de piratas, el rescate excedía la cuestión económica para adentrarse en la política y en la posición española de alianza bélica con los Estados Unidos ante Afganistán para perseguir a Al Qaida justamente. Pero la lección resulta extrapolable aunque sólo sea para no incurrir en el agravio comparativo. Quiero decir que los cooperantes catalanes son tan españoles como los pescadores vascos.
No. No puede quejarse el Gobierno del tipo de oposición que está haciendo el PP en la política exterior, Marruecos inclusive. Aunque el Gobierno se queja por todo. Se queja de la oposición como si estuviera gobernando.