Sevilla

El desfase de la «factura» en obra pública se eleva a 800 millones

Andalucía llega hoy al Consejo de Política Fiscal y Financiera con su endeudamiento al límite, aunque la consejera de Presidencia, Mar Moreno, se empeñó ayer en defender que la comunidad autónoma tiene «una de las cuentas más saneadas del país», avaladas por «tres años de esfuerzo constante de control del déficit».

El desfase de la «factura» en obra pública se eleva a 800 millones
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Pero lo cierto es que la Junta ya consumió en el primer trimestre de 2011 más de la mitad de lo previsto para todo el año –un 0,75 por ciento– y deberá devolver más de 4.600 millones de euros al Estado debido a la liquidación negativa global de 2009, casi el doble que Cataluña.
Un escenario al que se ha llegado, en gran medida, por la abultada deuda que mantiene la región en obra pública y en sanidad. En el primer apartado las cifras difieren bastante. La consejera de Obras Públicas, Josefina Cruz, aseguró ayer tras la celebración del Consejo de Gobierno que la deuda que mantiene la Administración autonómica en obra licitada asciende a 300 millones de euros. Sin embargo, la patronal de la construcción Fadeco la cifró en 1.100 millones. Una diferencia de más de 700 millones que revela el escaso entendimiento entre el Gobierno andaluz y las empresas constructoras.
Cruz justificó estos datos tan abultados en que «las grandes obras públicas no tienen tantos recursos en estos momentos, ya que el Ejecutivo tiene como prioridad la sanidad y la educación». Ahora la inversión en este área está en los niveles «de la primera mitad del decenio», tal y como apuntó la consejera, en torno a los 800 millones de euros. Por ello, «cuando se reduce el Presupuesto hay un lógico reajuste». No obstante, la Junta se comprometió a adelantar a las constructoras a lo largo del año un total de 77 millones de euros, casi el 25 por ciento de la deuda.
En sanidad las cifras también bailan. La consejera de Salud, María Jesús Montero, aseguró recientemente que la deuda que mantiene la Administración con las empresas sanitarias asciende a 550 millones de euros. La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), de su lado, mantiene que el déficit contraído por el SAS con sus proveedores ronda los 846. Montero aseveró ayer que «ahora se están debatiendo fórmulas con el Gobierno que nos permitirán avanzar en el pago de la deuda», matizando que Andalucía «se encuentra en mejores condiciones que otras comunidades» en este apartado. Igualmente, avanzó la posibilidad de establecer créditos blandos o fórmulas que incrementen el porcentaje del PIB en sanidad.
Por su parte, el PP no ve tan clara la fortaleza de Andalucía en esta reunión. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, sostuvo que la Junta acude a este encuentro «sin los deberes hechos, aplicando recetas fracasadas y con cuentas falsas que no engañan a nadie, si bien pretenden engañar al Ministerio de Economía y Hacienda y a los andaluces».
Sanz expresó la «extrema preocupación» del PP-A por la situación real de las cuentas de Andalucía, que van «más allá de lo que está contando la Junta». Así, solicitó explicaciones «reales» de «cuántas facturas están guardadas en los cajones y de la deuda real».
Igualmente, reiteró que Andalucía va al CPFF con recortes sociales «efectivos y graves» y aclaró que «los recortes no se van a producir como consecuencia de la reunión del CPFF, sino que se efectúan a diario en un Gobierno andaluz paralizado, que no ejecuta inversión alguna y que lo único que paga es la luz, el agua y las nóminas».

Moreno, flanqueada por las dos consejeras más «deudoras» del Gobierno andaluz
La imagen escenifica a la perfección la situación de las cuentas andaluzas que hoy serán sometidas a análisis en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. La Consejera de Presidencia, Mar Moreno, compareció ayer tras la reunión del Consejo de Gobierno flanqueada por las titulares de las dos consejerías más deudoras del Ejecutivo: Salud y Obras Públicas. Moreno insistió en que la Junta «no tiene un problema estructural de pago», sino «problemas puntuales que ya están resueltos».