Una medida que empobrece la enseñanza académica y puede ser inconstitucional

Así, Julio Banacloche, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense de Madrid, tras recordar que el Cuerpo de profesores universitarios es nacional, señaló que con la medida anunciada por la Generalitat «se empobrecería la universidad», porque el establecer un nivel de catalán para acceder puede suponer un «límite» infranqueable para docentes de un alto nivel académico o de investigación.

Lo lógico, asegura Banacloche al respecto, sería que el conocimiento del catalán se estableciese como un mérito, pero nunca como un requisito indispensable. La universidad, añadió, debe buscar la «excelencia académica» y por ello no se pueden adoptar medidas que impidan «que mucha gente de valía pueda acceder». Lo prioritario es que accedan a la universidad personas preparadas y que después «aprendan catalán si no lo conocen, pero en ningún caso al revés».

Por otro lado, Carlos Vidal, profesor titular de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, coincidió en que considerar el conocimiento del catalán como mérito es adecuado e incluso una medida «proporcionada para lograr el equilibrio entre las dos lenguas» oficiales en Cataluña. Pero, en ningún caso, eso puede llevar a excluir a quienes no acrediten el nivel exigido, ya que ello supondría «discriminación», y, por tanto, «puede llegar a ser inconstitucional». Sólo en el caso de que se aplicase a figuras propias de la universidad catalana, «a lo mejor», podría tener encaje ese tipo de requisito.

Junto a ello, recordó que la Constitución sólo obliga a conocer el castellano, por lo que ningún gobierno autonómico puede «discriminar, excluir, a españoles» por no conocer otra lengua cooficial, lo que no es admisible.