«Enredados»: Ni un pelo de tontos

Cansada de intentar lo imposible, léase hacerle la competencia a Píxar aunque ya forme parte de la casa, Disney ha decidido con esta adaptación del cuento clásico escrito por los hermanos Grimm retomar sus raíces aunque modernizadas, cortar por lo sano y alargar más de 20 metros la melena de su protagonista gracias a un prodigioso programa informático capaz de otorgarle una enorme vida y ductibilidad. Pero no sólo eso: los rasgos de los personajes , Rapunzel (cuán lejos quedan ya aquellas tiernas, un poco cursilonas heroínas clásicas de la factoría frente a esta vigorosa joven más valiente que muchos hombres), el díscolo y atractivo galán ratero, la falsa madre de la chica, obsesionada con los poderes mágicos del pelo, que consigue detener el envejecimiento (tiene gracia: el personaje recuerda físicamente a Cher)... se alejan del puro estilo Disney, que parece esta vez influido incluso por el Manga. Impecable desde el punto de vista técnico (ofrece escenas de gran belleza, como la de los farolillos casi al final), el 3D tampoco resulta excesivo en esta historia con ritmo que, en el fondo, y como cualquier buen relato infantil que se precie, busca lo mismo desde hace siglos: premiar a los buenos, castigar a los malos y que los protagonistas sean felices con o sin cabelleras al viento.