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Empleo estable

La Razón
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Esta no es una reforma para crear empleo, sino para regular el que se cree.Y eso es así porque ninguna reforma laboral lo crea, es la actividad económica quien lo hace.La crisis actual, mayoritariamente, se ha llevado por delante el trabajo más temporal y precario, por eso conviene no repetir la misma estrategia que se utilizó en otros procesos de recuperaciónEn el pasado se consideró que era «mejor un contrato temporal que nada». Y el resultado fue que los procesos de recuperación, del 84 y 94, se saldaron con el uso abusivo de la contratación temporal, que llegó a aplicarse al 30 por ciento de las personas ocupadas. Por el contrario, ésta es una reforma laboral que busca crecer con empleo estable, pero permitiendo que les empresas puedan ajustarse a los cambios. Para hacerlo posible se penaliza la contratación temporal, se fomenta la contratación estable con 33 días de indemnización, se substituye el despido por la flexibilidad interna negociada y se concentran los incentivos a la contratación fija de las personas jóvenes, las mayores de 45 años, las que tienen discapacidades y aquellas que se encuentran en riesgo de exclusión social. La tramitación como ley de la reforma debería mejorar su redacción, si cabe, pero no cambiar su filosofía o desequilibrar la balanza a favor de una de las dos partes.