Damasco

Israel lanza una clara advertencia a Damasco

El Ejército hebreo abre fuego en respuesta al impacto de un obús sirio en los Altos del Golán. Netanyahu no descarta ningún escenario tras la primera escaramuza con su país vecino en 40 años

Un soldado israelí, durante una maniobra militar en los Altos del Golán
Un soldado israelí, durante una maniobra militar en los Altos del Golánlarazon

JERUSALÉN- Por primera vez en casi 40 años, Israel abrió ayer fuego contra Siria en respuesta a un disparo de mortero procedente de su vecino del norte que impactó en los Altos del Golán y que fue la gota que colmó el vaso tras una semana de peligrosos incidentes. A lo largo de los últimos días, tanques sirios entraron a la zona desmilitarizada del Golán y una patrulla israelí que recorría la frontera sufrió impactos directos de bala. Israel respondió lanzando un misil antitanque Tamuz sobre suelo sirio, cerca de una posición del Ejército, pero procurando –según fuentes militares– no hacer blanco en los soldados.

Nadie puede asegurar por ahora si realmente todos estos disparos desde Siria fueron accidentales –como se aseguraba inicialmente– o una abierta provocación del Ejército sirio o de los rebeldes para intentar implicar a Israel en la guerra interna en Siria. Pero, evidentemente, Israel decidió intentar frenar la dinámica de los últimos días y responder por primera vez a los morteros que caen de su lado de la frontera, muy cerca de la localidad de Alonei Habashan.

«Observamos y seguimos la situación en Siria con gran atención y cautela, decididos a preservar los intereses de seguridad de Israel», advirtió por la mañana el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien añadió que «estamos preparados para cualquier eventualidad». Poco después, cayó un obús de mortero en una localidad fronteriza en los Altos del Golán. Israel actuó. Tal y como confirmó un portavoz militar: «El Ejército efectuó disparos de advertencia hacia territorio sirio. Las Fuerzas de Defensa han presentado una protesta a través de los efectivos de la ONU que operan en la zona. Israel no tolerará disparos que salgan desde Siria, a los que se responderá con severidad».

Israel lidia en un escenario complejo. No quiere implicarse en la nada sencilla situación interna en dicho país, ni desea ser utilizado en el contexto de la guerra civil que vive Siria. Hasta ahora, el Gobierno de Netanyahu ha tratado de abstenerse, incluso casi hasta de opinar, sobre lo que le sucede a su vecino, recordando que su frontera fue sumamente estable y tranquila desde que terminó la Guerra del Yom Kipur en octubre de 1973.

Nuevo líder de la oposición siria

Precisamente, ayer, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), que aglutina a toda la oposición siria, eligió como presidente al activista y religioso musulmán Moaz al Jatib, encarcelado varias veces por el régimen.

Israel ve en el régimen de Bachar al Asad un sistema dictatorial y cruel con sus ciudadanos, pero al mismo tiempo, le inquieta las consecuencias de su caída, ya que no hay ninguna certeza acerca del escenario que pueda surgir. Un régimen islamista no sería una buena noticia para Israel, y una «libanización» del país con desmembramiento del poder repartido entre varios grupos, tampoco. Esta situación traería más inestabilidad en un país que posee el arsenal más importante de armas químicas de Oriente Medio.

La Siria de los Asad, aunque férrea enemiga del Estado hebreo, no se ha enfrentado directamente a Israel. Desde Jerusalén se es consciente de que esto se debe a que Siria deriva sus ataques a través de Hizbulá, desde Líbano. La alianza de Siria con Irán es un factor clave en la situación actual. El derrocamiento de Asad podría contribuir considerablemente al debilitamiento de la presencia iraní en las fronteras de Israel.

El Gobierno investiga si estos disparos fueron «fortuitos» o intencionados. También necesita conocer la identidad de los responsables: el Ejército sirio o los rebeldes, que quizá ven con buenos ojos la posibilidad de complicar la estrategia de Asad con la apertura de un nuevo frente de la mano del Ejército de Israel.