Castilla y León
Más autoridad a padres y profesores para frenar las agresiones de menores
Jueces y fiscales demandan a las administraciones medidas que «suavicen» las intervenciones contra éstos y eviten la apertura de procesos judiciales
VALLADOLID- Jueces y fiscales reclaman medidas extrajudiciales o filtros que intercedan entre lo que va de la denuncia de unos padres a su hijo por malos tratos y la incoacción judicial del expediente para la instrucción del caso. Reclaman a las autoridades públicas más responsabilidad para evitar en la medida de lo posible la apertura de un proceso judicial contra un menor y así una garantizar su protección e integración posterior en la sociedad. Medidas que pueden ser terapias familiares, de salud mental o, en el ámbito educativo, fomentar la convivencia en grupo, como ocurre con la Escuela de Padres que funciona con gran éxito en el Centro de Menores ‘Los Manzanos' de Valladolid, en el que padres e hijos nunca pierden el contacto. Ésta es una de las conclusiones que se han extraído de la mesa redonda sobre los malos tratos en el ámbito familiar, dentro de las jornadas de magistrados de menores que el Consejo General del Poder Judicial está celebrando esta semana en Valladolid.
Uno de los ponentes en esta mesa, el fiscal de Menores de Valladolid, Juan Ignacio Hernández, pide a las administraciones un mayor compromiso en la búsqueda de ese filtro que pueda suavizar las intervención sobre un menor y, de paso, ayudar también a los padres sumidos en un sentimiento de fracaso cuando «tiran la toalla» al tener que denunciar a su propio hijo porque no pueden más. En este sentido, pedía también, pero esta vez a los magistrados, celeridad en los procesos judiciales por violencia familiar con un menor de por medio, que no se relajen y sean pulcros e insistentes para hacer cumplir todos los programas previstos en la sentencia.
Pero va más allá el fiscal de Menores de Valladolid, al reclamar también a las administraciones públicas competentes la necesidad de rescatar los valores familiares y de recuperar la autoridad de padres y profesores e incluso entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para frenar las crecientes agresiones en el hogar de menores hacia sus padres. «Se ha pasado del superdominio de los padres sobre sus hijos a una dejadez total», advertía Hernández, tras apuntar que ocho de cada diez menores que delinquen han perdido este principio y tratan a sus progenitores en condiciones de igualdad.
Jueces y fiscales mostraron también su preocupación por el aumento del consumo de marihuana y hachís entre los menores, drogas que los adolescentes banalizan, pero que están detrás de más de la mitad de las agresiones de hijos a sus padres en familias estables y estructuradas.
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