Los «indignados» de Kabul

El fundador, Omar Aziz, estudiante de último curso de Derecho en la Universidad de Kabul, asegura a LA RAZÓN que «ellos (el Consejo de paz) no representan al pueblo afgano». Por ello, continúa Aziz, «los jóvenes nos hemos unido para protestar contra esta gente del Gobierno que es culpable de todos los males del país». «Nosotros queremos la paz, pero no es la paz lo que se está negociando, sino un negocio en beneficio de ellos para poder permanecer en el poder», apostilló.

Los «insurgentes de Kabul», como se les ha bautizado en los medios locales, todavía no han salida a la calle a protestar, sólo lo han hecho a través de internet. «Tenemos muchas reuniones secretas y en el futuro saldremos a la calle para manifestarnos», explica el fundador.

Aziz sospecha que el Directorio de Seguridad Nacional (NDS) está detrás del cierre temporal de su plataforma en la red, que fue bloqueada a los cuatro o cinco días después de que crearan el grupo en Facebook. «Yo creo que después de que publicaran un reportaje sobre nosotros en el diario «Mandagar», el presidente Karzai se interesó por nosotros y pidió a su auxiliar que investigara sobre la plataforma», indica Aziz, quien asegura que no han recibido amenazas de nadie del Gobierno y que por ahora sólo se han sometido al cierre de la página.

Desafortunadamente, advierte el universitario rebelde, «hay mucha gente con mentalidad protalibán que trabaja en las instituciones que seguirán presionado para que se cierre nuestra iniciativa. Antes de entrar en la acción ya nos hemos ganado un montón de enemigos», dice con tono preocupado. «Debemos actuar con calma, tenerlo todo pensado, porque la seguridad es nuestra mayor preocupación. No dudamos de que algún taliban pueda a infiltrarse en la concentración y provoque una desgracia», insistió el joven.

Para el fundador de la plataforma antitalibán, el hecho de que algunos insurgentes depongan las armas y se unan al Gobierno de Hamid Karzai «no es la solución, porque los otros seguirán luchando».

«La negociación con ellos es vital para estabilizar el país, pero tienen que aceptar la Constitución de Afganistán y nuestras leyes tal y como son actualmente. Si vienen, tienen que hacerlo sin armas y así las podremos aceptar. Pero creo que ni van a deponer las armas ni van a aceptar la Constitución. Por ello, seguiremos hasta que tengamos poder para movilizarnos», insiste el joven.

«Nosotros no tenemos ningún problema con el proceso de paz, pero ellos tienen que venir con la intención de ayudar al pueblo afgano y no como un favor al Gobierno», puntualiza, antes de agregar que «Afganistán es un solo país. Una etnia con otra, pero si los talibanes vuelven al poder habrá una guerra civil entre vecinos y hermanos».

En este movimiento «somos tayikos, pashtunes, uzbekos y de todas etnias del país», aclaró Aziz, que también señaló que hay muchas mujeres que están participando en la plataforma.