Bruselas
Berlusconi garantiza la elección a los tránsfugas que le apoyen
«Il Cavaliere» obtiene así el apoyo de 20 parlamentarios
ROMA- Un diputado italiano se embolsa como poco unos 15.500 euros netos al mes. Además tiene un salvoconducto que le permite circular de forma gratuita por las autopistas y viajar sin pagar en todos los trenes, barcos y aviones que le plazcan. Tamaño sueldo explica que sus señorías vendan su alma al diablo para conseguir la reelección. No tienen siquiera empacho en cambiar de partido con tal de que les garanticen un buen puesto en las listas de las próximas elecciones.
Silvio Berlusconi, al que por su condición de hombre más rico de Italia estas cantidades le deben de parecer calderilla, sabe que además de regalos y cargos en el Gobierno, la mejor forma de conseguir que un buen número de diputados abandonen la oposición y pasen a apoyarle es garantizar que en la próxima legislatura seguirán disfrutando de su privilegiado estatus. Ésta es la clave para lograr una veintena de parlamentarios tránsfugas que le devuelvan la mayoría al Gobierno, sobre todo en estos tiempos de incertidumbre en que las elecciones, y con ellas el posible fin de la sopa boba, parecen a la vuelta de la esquina.
El temor a no ser reelegidos atenaza sobre todo a los diputados de Futuro y Libertad para Italia (FLI), el nuevo partido fundado por Gianfranco Fini después de su ruptura con «Il Cavaliere». FLI contaba con 36 parlamentarios en la Cámara Baja hasta el martes, cuando en la moción de censura a Berlusconi cuatro de ellos traicionaron a su líder y apoyaron al Gobierno. El resto anda mirándose con inquietud y desconfianza, preguntándose quién será el próximo en ceder al imán «berlusconiano». Frente a la lealtad y coherencia, tienen los 15.550 euros mensuales que el primer ministro les garantiza para la próxima legislatura.
Se espera que en las próximas semanas al menos otros siete también cambien de chaqueta. Los sospechosos de convertirse en tránsfugas dejan declaraciones sonrojantes de lealtad. «Por Fini estoy dispuesto a tirarme al fuego», afirma uno. «Para mí sólo hay un nombre: Gianfranco Fini. Ahora más que nunca», dice otro. Supera a todas ellas la máxima de Gianfranco Paglia, medalla de oro al valor militar en Somalia, de donde volvió en silla de ruedas. Paglia afirma que la Cámara de los Diputados le recuerda al infierno vivido en la ciudad iraquí de Nassiriya, y advierte: «Es más fácil que yo vuelva a caminar a que abandone a Fini».
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