Volvemos a las cavernas

Se imagina que el lunes entrase en vigor una ley que despenalizase la tortura o reinstaurase la pena de muerte en el país?, ¿o una ley que legitimase la explotación laboral de menores?; ¿se imagina que el lunes se reinstaurase la prisión por deudas? Imagino que habría alguna queja y justificada; que más de uno pensaría que retrocedemos muchos años, que nuestro ordenamiento jurídico, que es parte de nuestra civilización, vuelve a las cavernas. ¿Y se imagina usted que el lunes entrase en vigor una ley que dice que matar es un derecho y objeto lícito de comercio? Pues no, no se lo imagine: es lo que va a ocurrir.
Veamos, el lunes entra en vigor una ley que dice que una madre que mata al hijo que espera ejerce un derecho y su dignidad como persona; el lunes entra en vigor una ley que obliga a los futuros médicos a que tengan que aprender cómo se acaba con la vida de un ser humano, obliga a que se enseñe a nuestros hijos que matar a ese ser humano es una forma de cuidar la salud y que vigilará que, en efecto, eso se enseña en los colegios; el próximo lunes entra en vigor una ley que prevé que los poderes públicos cuiden que la destrucción de seres humanos marcha sin impedimento alguno, que les obliga a desarrollar políticas de sensibilización sobre el derecho de una madre a matar al hijo que espera; el lunes entra en vigor una ley que obliga al médico a ocultar a los padres que su hija va a liquidar al nieto que podrían tener… en fin, el lunes la mujer estrena una forma de esclavitud: al feminismo, al negocio abortista y al hombre que la utiliza. El lunes se inaugura un nuevo tiempo de barbarie.