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La verdad sobre el déficit

La Razón
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El ministro de Hacienda dio ayer a conocer el verdadero déficit público de España correspondiente al año 2011, que se eleva hasta el 8,51% del PIB, muy por encima de las previsiones del Gobierno socialista, que afirmó en sede parlamentaria, perdidas ya las elecciones y a punto de desalojar los ministerios, que sería del 6%. Dos meses ha tardado el equipo del Partido Popular en auditar las cuentas y en levantar las alfombras presupuestarias bajo las que permanecían ocultas las deudas pendientes antes de poder comunicar el dato real de déficit a la Comisión Europea. Es difícil creer que la ex vicepresidenta Elena Salgado desconociese los desfases durante su último año al frente de las cuentas del Estado. Y también que no decir la verdad fuese parte de la estrategia de la campaña electoral socialista planteada por Rubalcaba.Una estrategia que llevó a Salgado y a su equipo a presentar, incluso ante la UE, un plan de estabilidad basado en datos torticeros o completamente desfasados. Sobre todo porque la verdad de las cuentas debía ser tan evidente para Hacienda que Montoro tardó pocos días en advertir que el agujero era espectacular y hubo que adoptar con carácter de urgencia las primeras medidas, como la subida del IRPF, para poder cumplir con el objetivo del 4,4% de déficit público para 2012, comprometido con la UE. La realidad es que, en lo que se refiere a la parte correspondiente al Estado, se registró un déficit del 5,1% del PIB, frente al 4,8% estimado. Aunque el mayor desfase corresponde al conjunto de las autonomías, que cerraron 2011 en el 2,94%, muy lejos del objetivo del 1,3%. Para el ministro Montoro no todo es culpa de los gobiernos autonómicos, y recordó la «enorme confusión presupuestaria» del Gobierno socialista. Aunque el caso de Castilla-La Mancha es ciertamente espectacular, pues concluyó el año con un déficit real del 7,3%, lo que explica las dificultades del nuevo Gobierno regional, y contrasta con las cuentas de Madrid, la única autonomía con déficit inferior al previsto (1,13%, frente al 1,3%). En el capítulo de entidades locales, se espera un déficit del 0,38%, por encima del estimado 0,30%. En cuanto a la Seguridad Social, los datos han mostrado un déficit del 0,2%, mientras que se había establecido un objetivo de superávit del 0,4%. La realidad de las cuentas públicas es sin duda la peor herencia dejada por el peor Gobierno de la democracia. Al Ejecutivo de Rajoy le corresponde ahora elaborar en tiempo récord, conocidos ya el déficit y la previsión para este año hecha pública por la UE, unos Presupuestos Generales del Estado ajustados y creíbles. Deben servir para iniciar la recuperación y demostrar en Europa y en el mundo que se puede confiar en la economía española, en la seriedad de su Gobierno y en la veracidad de la contabilidad nacional.