La Audiencia de Palma no decidirá hasta el 20 de julio si cita a declarar a la Infanta

MADRID- La Audiencia de Palma de Mallorca ha comunicado a las partes personadas en el «caso Nóos» que no decidirá hasta el próximo 20 de julio si la Infanta Cristina debe ser citada a declarar por las actividades empresariales, supuestamente irregulares, de Iñaki Urdangarín. En una providencia, el tribunal ha fijado esa fecha para la votación y fallo de los magistrados, que deben resolver el recurso de apelación interpuesto por el sindicato Manos Limpias después de que el juez José Castro se negase a citar a la Infanta como imputada (la última vez, el pasado 5 de marzo).

La acusación popular mantiene que doña Cristina debe comparecer como imputada ante el instructor porque, a su entender, «estaba totalmente al corriente de las actividades» de su marido, que según la Fiscalía utilizó –junto a su socio Diego Torres– la sociedad sin ánimo de lucro Instituto Nóos para apropiarse, supuestamente, de 5,8 millones de dinero públicogracias a contratos firmados con los Gobiernos valenciano y balear entre los años 2004 y 2006.

Tras las sucesivas negativas del juez, Manos Limpias recurrió el pasado marzo a la Audiencia Provincial de Palma, instancia superior al magistrado, para que resolviese su petición. Según el sindicato, existen «indicios suficientes» de que la Infanta se pudo beneficiar de las actividades empresariales de su marido, teniendo en cuenta que ambos comparten al 50 por ciento la propiedad de la empresa Aizoon, una de las sociedades de las que se habrían servido Urdangarín y Torres, según el fiscal Pedro Horrach, para vaciar de fondos el Instituto Nóos, que según sus estatutos no podía repartir beneficios por su condición de asociación sin ánimo de lucro.

Como secretaria de Aizoon, mantiene la acusación popular, doña Cristina debía tener entre sus cometidos la elaboración de las actas, su lectura y la firma de las mismas. Sin embargo, los empleados de Nóos y Aizoon que han declarado hasta ahora ante el juez Castro aseguraron que estaba excluida de la toma de decisiones y que ni siquiera acudía a la sede del Instituto.
La Fiscalía Anticorrupción ha rechazado una y otra vez la citación de doña Cristina al insistir en que su vinculación con la empresa bajo sospecha era «únicamente a nivel societario», sin que ostentara cargo ejecutivo alguno. Hasta el momento, el Ministerio Público siempre ha negado que existan elementos incriminatorios contra ella.

El propio Urdangarín volvió a salir en defensa de su esposa. A través de su abogado, aseguró en un comunicado remitido directamente al juez que doña Cristina «ni siquiera actuó» en Nóos y tachó las acusaciones vertidas contra ella de «espurias e injustificadas».

Urdangarín visita a su padre enfermo en Vitoria
Iñaki Urdangarin llegó ayer al aeropuerto de Bilbao en un vuelo procedente de Múnich. Pero su llegada a España no estaba relacionada esta vez con la instrucción del «caso Nóos» por el que está siendo juzgado, sino con una asunto personal relacionado con su familia. Desde la capital bilbaína se trasladó en coche a Vitoria, donde estuvo visitando a su padre, que se encuentra aquejado de una grave enfermedad, según informa la edición digital de «El Correo». El marido de la Infanta Doña Cristina salió del domicilio familiar e intentó por todos los medios que su visita pasara absolutamente desapercibida y para ello tomó todo tipo de precaciones, incluso tumbarse en la parte trasera de un vehículo para no ser detectado. Eran las ocho y cuarto de la tarde. Según testigos presenciales, el avión en el que viajaba Urdangarín aterrizó en el aeropuerto vizcaino a las 11.15 horas y éste no descendió de la aeronave hasta que todo el pasaje se encontraba ya en tierra, aunque sí que utilizó el autobús que traslada a los pasajeros a la terminal. Allí le esperaba una furgoneta de Aena, que le recogió con una bolsa de juguetes como único equipaje de mano. Algunos pasajeros manifestaron que el marido de la Infanta durmió durante el vuelo y parecía cansado, por lo que todo apunta a que había viajado durante la noche desde Estados Unidos a Múnich. El periódico recuerda que su padre, Juan Mari Urdangarin, se encuentra gravemente enfermo, por lo que su hijo ya se ha desplazado a la capital vasca en otras ocasiones.