Métodos efectivos y terapias dudosas

Madrid- No existe ninguna receta milagrosa para dejar de fumar, pero algunas son más efectivas que otras. La fuerza de voluntad es la primera opción elegida por los fumadores, pero tiene un gran riesgo de recaída. En cambio, la ayuda de profesionales médicos incrementa el porcentaje de éxito un 30 por ciento.

Nicotina
Los mejores sustitutivos del cigarrillo son los parches, chicles y pastillas de nicotina. Reducen la ansiedad provocada por la adicción a la sustancia.

Ibupropion
Este antidepresivo es recetado por los médicos en los pacientes con mayores niveles de ansiedad e irritabilidad.

Vareniclina
Su aparición en EE UU en 2004 supuso una revolución. En España se comercializa desde 2006. Es el primer fármaco que bloquea los neurotransmisores de nicotina en el cerebro, lo que evita el síndrome de abstinencia.

Libros de autoayuda y webs
Una de las claves para lograr dejar el tabaco de lado es el factor psicológico. Mucha gente quiere dejar de fumar y sólo necesita una pequeña ayuda para llegar al convencimiento de que es mejor acabar con el hábito porque daña la salud. En estos casos, pueden recurrir a los libros de autoayuda. El más popular es el de Allen Carr, un británico que lo logró gracias a la acupuntura y que defiende que para conseguirlo sólo hace falta «un lavado de cerebro». En España, títulos como «50 mitos del tabaco», de Rodrigo Córdoba, también ayudan a los «adictos» a dar el paso. Con la llegada de las nuevas tecnologías, han proliferado páginas web –de instituciones públicas, asociaciones o empresas farmacéuticas– con consejos, trucos y métodos para alejarse del humo.

Otras técnicas
Casi todo el mundo ha oído hablar de un amigo o un familiar que tiene un amigo que lo dejó con acupuntura, homeopatía, hipnosis o técnicas láser. Varios estudios científicos rechazan estas teorías y defienden que no ayudan más que cualquier persona influyente del entorno del paciente.