Y el castellano

Saber idiomas es algo que siempre está bien, y saber catalán en Cataluña es fundamental, amén de culturalmente enriquecedor y desde todo punto de vista necesario. Lo que ya no me parece tan bien es la persecución inquisitorial que desde la Generalitat se ejerce contra aquellos ciudadanos que tienen como primera lengua el castellano.

La realidad social de Cataluña es que el idioma en que se entiende la mayoría de la gente es el castellano o español. Fue siempre así, y no es hoy de otra manera, pese a la ofensiva de sanciones y multas aprobada por Pujol y continuada por Montilla y ahora por Mas contra particulares y comercios. Que los inmigrantes aprendan catalán me parece correcto, siempre y cuando al mismo tiempo se les exija el aprendizaje de la lengua de Cervantes. Dice Homs que el idioma «propio» de Cataluña es el catalán, y estoy de acuerdo, pero también lo es el castellano en tanto que lengua mayoritaria en esa Comunidad.

Los esfuerzos que se hicieron otrora por impedir la llegada de inmigrantes latinos castellanohablantes resultan poco menos que esperpénticos: la mayoría de los catalanes rechaza hoy una inmigración de origen fundamentalmente magrebí o africano, y ve mejor la procedente de la América hispana por razones evidentes de religión y de cultura.

Por mucho que a Homs y a Mas les moleste que gente que viene de fuera, como Cruyff, hablen fundamentalmente en español.