Detenidas quince personas de una red dedicada al robo de cable de cobre

Según ha informado hoy en rueda de prensa el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Máximo Díaz-Cano, en la operación, denominada 'Descargados-Cabra', se han esclarecido 88 hechos delictivos, aunque no se descarta que se pueden aclarar otros más. Entre los delitos que se han logrado esclarecer están tres por receptación (venta de objetos a sabiendas de que son robados) y han sido detenidos los propietarios de tres chatarrerías situadas en las provincia de Murcia y Alicante.

Nueve de los quince detenidos están en prisión, entre ellos los tres cabecillas de la banda, de nacionalidad rumana, aunque en la red también había ciudadanos marroquíes y españoles.
La operación se inició a principios de marzo a raíz de un robo de cable de cobre en Carcelén (Albacete) y la Guardia Civil ha podido comprobar que el cable robado procedía, principalmente, de transformadores de luz, aunque también robaban material informático y teléfonos móviles que encontraban en las instalaciones donde cometían sus robos.
Asimismo, se han aclarado otros 79 delitos por robo con fuerza en las cosas, varios por robo de vehículos y uno por pertenencia a organización criminal para delinquir.

Tras la comisión de varios robos, la Guardia Civil localizó la base de operaciones del grupo en las localidades de San Isidro y Callosa de Segura (Alicante), desde donde cada tarde-noche partían hacía los distintos lugares donde previamente habían planificado los robos.
Según ha subrayado Díaz-Cano, se trataba de una organización delictiva "perfectamente estructurada y jerarquizada", con especialización en diferentes funciones: planificación, ejecución del robo, ocultación de los efectos sustraídos, pelado, quemado y troceado del metal; transporte y venta en centros gestores de residuos.

Sobre el 'modus operandi' de la banda, Díaz-Cano ha detallado que, tras cometer los hechos en los lugares que antes habían seleccionado los cabecillas, regresaban a sus domicilios sin ningún objeto sustraído, ni las herramientas necesarias para la sustracción, ya que siempre lo dejaban oculto en un agujero ubicado en una zona de monte a unos veinte o treinta kilómetros de su lugar de residencia.

El destino del cobre sustraído era siempre tres chatarrerías ubicadas en las provincias de Alicante y Murcia y cuyos propietarios han sido detenidos. La banda, en ocasiones, escondía los transformadores robados en un zulo cercano a la localidad valenciana de Alzira, hasta donde iban, incluso, los propietarios de la chatarrería para cargarlos directamente.

En la operación, en la que han participado efectivos de diversas áreas de la Guardia Civil de las comandancias de Albacete, Alicante y Murcia, se han realizado un total de seis registros que han permitido obtener pruebas suficientes para atribuir al grupo organizado la autoría de un total de 88 hechos delictivos, aprehendiéndose 2.670 kilogramos de cableado de cobre.
La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Albacete instruyó las correspondientes diligencias que, junto con los detenidos y efectos intervenidos, fueron entregadas al titular del juzgado de instrucción número tres de Orihuela (Alicante).
Díaz-Cano, que ha agradecido la eficacia policial, ha detallado que de los 88 hechos delictivos esclarecidos, trece se cometieron en la provincia de Albacete, 36 en la de Alicante, tres en Almería, veintiséis en Murcia, nueve en Valencia y uno en Córdoba. Díaz-Cano ha estado acompañado en la rueda de prensa por el subdelegado del Gobierno en Albacete, Manuel González Ramos, y el teniente coronel de la Guardia Civil en esta provincia, Pedro Blanco.