25 años al Sol

Hace 25 años nacía en Marbella el primer Festival Publicitario organizado por la Asociación Española de Agencias de Publicidad (hoy AEACP). Sólo participaban «spots», apenas unos 300. En su segunda edición se trasladó a San Sebastián, que desde entonces ha sido la sede de la cita más importante del año de la creatividad española y, a partir de 2003, de la latinoamericana, con importante participación de numerosos países de habla hispana y portuguesa.El Festival El Sol cumple esta semana el cuarto de siglo marcado por la crisis, con 2.200 anuncios y campañas a concurso, lejos del récord de 3.700 que se presentaron en 2008, justo antes de la recesión. La organización ya ha otorgado los dos primeros trofeos: el de Anunciante del Año para «Hawaianas», una marca brasileña que gracias a su publicidad convirtió las chancletas de playa en codiciados complementos de moda; y el de la mejor campaña de la historia del festival a la «Mano» de BMW. Ese «spot» de la agencia SCPF que en 2001 popularizó el slogan «¿Te gusta conducir?» y ayudó a transformar a la fría y tecnológica marca alemana en una de las más deseadas y envidiadas del mundo del automóvil. La simplicidad del brazo dejándose mecer por el viento, en un anuncio donde prácticamente ni se veía el automóvil, es un excelente ejemplo de la mejor publicidad actual, donde el producto deja paso a las experiencias, sensaciones y sentimientos que permite disfrutar a sus consumidores. Este año no parece haber grandes favoritos, y aunque siempre se esperan sorpresas, la crisis parece que no sólo afecta en el número de anuncios a concurso, sino también en un menor riesgo de anunciantes y agencias. Es lógico que hayan descendido los presupuestos de producción, pero eso no debiera implicar que baje el nivel de las ideas y propuestas creativas. De hecho, España comenzó a destacar en la publicidad mundial a finales de los 80, con campañas de escaso presupuesto pero ideas absolutamente rompedoras de puro simples. Por lo visto últimamente en las televisiones no parece que a este festival lleguen nuevas «Manos» que marquen tendencia y sean recordadas mucho después. Pero no perdamos la esperanza de que los 25 años de El Sol sean más un paso hacia un futuro brillante que un ejercicio de memoria que nos haga pensar eso de que «cualquiera tiempo pasado fue mejor».