Castilla y León
La Junta tranquiliza a clientes de Bankia y obvia reproches a Caja Ávila y Segovia
VALLADOLID- «Agua pasada no mueve molinos». Con este proverbio, el consejero de la Presidencia y portavoz de la Junta de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, respondía a la pregunta planteada por los periodistas sobre si fue el adecuado el camino tomado por Caja Segovia y Caja Ávila al subirse al carro de Bankia, junto a Caja Madrid y Bancaja, entre otras entidades.
«No conduce a nada volver a revisar ese asunto», ha reiterado De Santiago-Juárez, quien sí ha señalado que «éste no era el modelo que presentó el Gobierno de Castilla y León», si bien, ha remarcado que las cajas decidieron en su momento, en el marco de su autonomía, esa integración. «La Junta se limitó a señalar el camino, porque esa era nuestra responsabilidad, y se nos tachó de todo», ha lamentado.
No obstante, el consejero portavoz ha sido también rotundo al considerar que la «toma de control» por parte del Estado de la cuarta entidad de crédito de nuestro país, garantizará los ahorros de los miles de clientes con que cuenta en Castilla y León.
«Entre las salidas estudiadas, parece la mejor, porque asegura la solvencia, que ningún acreedor se vea perjudicado y se disipan las dudas de los mercados». Igualmente, ha matizado que «no se entra a fondo perdido con esa operación -la adquisición o conversión de la mayoría accionarial por parte del Estado-; se sacan beneficios».
De la misma manera, el consejero considera que la reforma del sistema financiero, que previsiblemente llegue hoy al Consejo de Ministros, sirva para que el sector se sosiegue y tranquilice y comience a fluir el dinero par familias, empresas y administraciones.
Mayor solvencia
Con ese espíritu, el de respaldar la operación, se ha expresado el presidente de Caja de Ávila, Agustín González, quien ha calificado de «acierto» la operación, porque se dota a la entidad de mayor solvencia y, además, cuenta con la garantía del Estado.
No compartió este punto de vista la Cámara de Comercio e Industria de esa ciudad, al argumentar, en un comunicado, que la toma de control del Banco financiero y de Ahorros (BFA) por parte del Gobierno, demuestra que «las cosas no se han hecho bien». En cuanto a la repercusión que esta medida tendrá para Ávila, «anula la confianza de empresarios y familias en el mantenimiento de la función social, las raíces y los fines con los que nació Caja de Ávila».
De esta manera, la institución mostró su «desilusión» por que el proyecto de fusión no haya alcanzando los objetivos que se planteó, tanto por la pérdida del posicionamiento en el BFA como por la dispersión de los recursos económicos abulenses, que quedan diluidos en un sistema financiero que «está demostrando ser la verdadera y única raíz de la crisis».
Por su parte, la vicesecretaria del PSOE autonómico, Ana Redondo, criticó, en declaraciones a Ical, que «se estén invirtiendo miles de millones de todos los ciudadanos en rescatar bancos como Bankia» y, a la vez, se pida a estos «un repago todavía mayor» en Sanidad y en Educación.
Mano tendida por la Comunidad
La Agenda de la Población, la negociación de un acuerdo por la calidad y sostenibilidad de los servicios públicos esenciales y el impulso al modelo de ordenación territorial centrarán el primer encuentro entre el presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el nuevo líder del PSOE autonómico, Julio Villarrubia. Reunión a la que, según De Santiago-Juárez, Herrera acude «con la mano tendida» para alcanzar esos pactos de Comunidad.
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