Cataluña
El mejillón cebra llega a sus niveles máximos de colonización en el Ebro
La plaga del mejillón cebra en el tramo final del río Ebro ha llegado ya a las densidades máximas de ejemplares por metro cuadrado que puede alcanzar en este ecosistema, según un estudio realizado en los dos últimos años y dirigido por el Institut de Recerca i Tecnologies Agroalimentàries (IRTA).
El estudio titulado "Desarrollo de técnicas y métodos de control y prevención del mejillón cebra"y en él han colaborado la Fundación Nueva Cultura del Agua, el Grupo Natura Freixe de Flix, la Universidad de Barcelona, la Universidad Autònoma de Barcelona, la Agencia Catalana del Agua y la Confederación Hidrográfica del Ebro.
El ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino ha aportado la financiación para el estudio, que se ha presentado públicamente hoy en Tortosa.
El informe determina que las densidades de mejillón en el Ebro catalán son "mucho más bajas cuando comparadas con otras masas de agua, por ejemplo, los grandes lagos de Estados Unidos y Canadá.
A modo de ejemplo, se ha determinado que las máximas densidades en el Ebro se sitúan alrededor de los 1.000 ejemplares por metro cuadrado, muy lejos de las concentraciones de más de 100.000 ejemplares de los Grandes Lagos.
Con este dato en la mano, los responsables del estudio consideran que a nivel ecológico, los impactos del mejillón cebra en el ecosistema del Ebro "son relativamente pequeños".
Los científicos también han descartado que el mejillón cebra sea, dada su elevada capacidad de filtración de agua, el responsable del incremento de la transparencia del agua del río.
Atribuyen este fenómeno al descenso del fósforo en el agua por la mejora de las aguas que proceden de las depuradoras. Es precisamente el descenso de la presencia de fósforo en el agua el elemento que ha hecho, según el estudio, que las densidades de mejillón cebra no puedan aumentar.
Es por esto que los investigadores consideran que si las administraciones mantienen sus políticas de mejora de la calidad de las aguas se podrá mantener relativamente a raya al mejillón cebra, ya que su erradicación de descarta.
"Si la Agencia Catalana del Agua y la Confederación Hidrográfica del Ebro mantienen la gestión de la calidad del agua se ha llegado a los valores máximos de densidades de población de mejillón cebra", ha asegurado Nuno Caiola, investigador del IRTA.
Tanto Caiola como el biólogo Carles Ibáñez, que han hecho la presentación pública del estudio, han considerado que con estos resultados se puede considerar que no es estrictamente necesario plantear la realización de otras medidas más "duras"en contra de esta especie invasora, como por ejemplo, llevar a cabo grandes desembalses.
El estudio, por el contrario, sí reconoce que el impacto de la invasión del mejillón cebra ha sido importante en el aspecto socioeconómico.
En las zonas de más presencia de mejillón, alrededor de los embalses de Mequinenza y Riba-roja de Ebro, los principales damnificados han sido las centrales hidroeléctricas, las conducciones de las comunidades de regantes, la central nuclear de Ascó y las empresas turísticas que viven de las actividades acuáticas.
Se ha calculado que en estas zonas de más presencia de mejillón, el coste anual de la invasión de la especie es de dos millones y medio de euros anuales.
El estudio también ha determinado que la presencia del mejillón cebra en Cataluña de concentra en las masas de agua del río Ebro.
No obstante, se alerta que seria necesario que se llevaran a cabo medidas para evitar la llegada del mejillón al sistema Sau-Susqueda.
Se alerta que la invasión de esta especie en las masas de agua de este sistema podría producir daños de hasta 12 millones de euros. Se apunta que con una inversión inicial de unos 8 millones de euros en las medidas de prevención evitaría estos daños.
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