Miguel Arias Cañete
El silencio de Rajoy por César Lumbreras
Esto de que Rajoy no haya dicho «ni mu» sobre las personas que le van a acompañar en el Gobierno ha provocado ya alguna situación insólita. Por ejemplo, que los franceses se adelanten y hayan nombrado por error al diputado electo Miguel Arias Cañete como ministro de Asuntos Exteriores de España. Ocurrió cuando anunciaron una reunión que, según ellos, el susodicho tenía previsto mantener ayer con el jefe de la Diplomacia gala, el incombustible Alain Juppé. El encuentro fue finalmente suspendido por la «cargada agenda» del ministro galo. Hasta que sucedió esto, Arias Cañete era fijo en las quinielas de ministrables de Rajoy. Es de esperar que este último no se enfade por la intromisión gala y siga manteniendo al antiguo ministro de Agricultura de Aznar entre sus preferidos. Son los peligros del silencio. Mientras «o galego non fala» se dedica a sus prioridades. Entre ellas figuran las siguientes: las cosas de Europa con la Cumbre que se celebrará la próxima semana al fondo; la reforma laboral, el diálogo con sindicatos y patronal y las formas de crear empleo; la crisis financiera y económica y las medidas para salir de ella; la preparación de su debate de investidura, eligiendo bien los mensajes que va a transmitir en su discurso inicial y en las posteriores réplicas a los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios; la nueva estructura de la Administración Central y de los diferentes departamentos ministeriales y, finalmente, los nombres de las personas que ocuparán estas carteras. Como se puede comprobar, lo que más morbo genera entre políticos y periodistas es lo que Rajoy ha decidido dejar para lo último. Dicen desde Génova que resulta muy difícil cambiarle el ritmo. Es de esperar que la crisis respete su «tempo».
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