Cataluña
La Sagrada Familia pide a los Mossos un plan de seguridad
La basílica recobra la normalidad recibiendo a miles de turistas mientras se siguen evaluando los daños.
BARCELONA- «¿Ahora dónde vamos?», pregunta una hombre a una mujer que, paraguas en mano y alzado, guía a un grupo de jóvenes por la nave central de la basílica de la Sagrada Familia. Y, añade, «¿a la cripta?». «No –responde ella–, está cerrada...» y sigue con su explicación. Como este visitante, miles de turistas visitaron ayer el templo sin saber que un incendio obligó a desalojarlo un día antes. Los más informados se acercaron hasta el altar, donde varios vigilantes custodiaban las entradas a la cripta, para preguntar. Los trabajos de restauración de la sacristía, devastada por la llamas, tardarán meses en acabar pero el Patronato del templo se ha puesto manos a la obra para reforzar la vigilancia.
Según informó el presidente de la entidad, Joan Rigol, los Mossos d'Esquadra serán los encargados de evaluar y asesorar en materia de seguridad a las autoridades de la basílica. El objetivo es minimizar los riesgos y limitar los ángulos muertos para que no vuelvan a producirse sucesos como el de anteayer.
Bomberos y turistas
Rigol explicó que en un plazo de dos o tres semanas espera poder comunicar a los miembros de la fundación que gestiona la Sagrada Familia las propuestas de la Policía Autonómica y decidir qué medidas aplicar. Aunque, garantizar una seguridad total «es algo imposible», admitió Rigol, dadas las características del templo y el volumen de visitantes.
Por su parte, el acusado de prender fuego a la sacristía, José Maria L. S., de 65 años, gritó «todo esto es robado», cuando entraba en la cripta para llevar a cabo sus oscuras intenciones señalando elementos ornamentales. Al parecer, y según colaboradores de la parroquia que vieron lo ocurrido, el hombre accedió a la cripta por una rampa y aprovechando que las puertas estaban abiertas. En el interior, una mujer limpiaba la sala después de la misa matutina. El acusado no fue descubierto hasta que, sorprendido por un grupo de turistas que accedían a la cripta en una visita guiada, salió corriendo. Antes habría iniciado el fuego, que rápidamente se propagó. Varias personas le retuvieron a la espera de los Mossos.
Los agentes que registraron al detenido encontraron en sus bolsillos dos encendedores, un spray de aceite, la campana de cobre y plata que se utiliza para la consagración y cinco juegos de llaves de los cepillos. Posiblemente, el hombre, que cuenta con antecedentes por hurto, pasará hoy a disposición judicial acusado de un delito de incendio y otro de hurto.
Mientras tanto, los bomberos seguían ayer evaluando los daños ocasionados por el fuego, cuyo olor seguía impregnando el ambiente de la nave central. Los trabajos para limpiar las paredes de la cripta que quedaron totalmente ennegrecidas por el humo y restaurar la sacristía tardarán en iniciarse. Falta que la aseguradora realice el informe pertinente para dar luz verde a la rehabilitación.
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