Getafe C.F.
Injusto empate
El sistema del contragolpe está pensado para los equipos que ante rival superior quieren nadar y guardar la ropa. Lo principal es defenderse y la contra es el arma con el que han de intentar obtener el gol. Los equipos que plantean así el partido muestran su inferioridad. Fue el caso del Milan. Desde el comienzo anunció que temía al Madrid. En el primer cuarto de hora ya se vio acorralado y sin que sus delanteros dieran señales de vida. Apenas cruzaban el centro del campo, aunque inesperadamente disfrutaron de dos ocasiones magníficas para batir a Casillas. No lo hicieron entonces y las aprovecharon en la segunda parte cuando salió Inzaghi y revolucionó su ataque.
Cuando en el juego se da diferencia como la presenciada en San Siro, en lugar de pensar en la flojera del Milan hay que aceptar la superioridad madridista. El resultado, por el contrario cambia parte de las apreciaciones hechas. El Madrid dominó el juego siempre. Difuminó a su adversario. Éste se valió de la dureza con el consentimiento del árbitro inglés Webb. El Milán acabó con más aire que el Madrid, con más rabia. A algunos madridistas les faltó fuerza en la parte final del partido. La maldición de San Siro se mantuvo, aunque Pedro León logró el empate en el descuento. Fue la noche en que el Real Madrid debió ganar y holgadamente.
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