Los sindicatos quieren al PSOE-A tras la pancarta el día de la huelga

Sevilla- El Grupo Socialista ha apoyado la decisión de IU para aplazar el Pleno del 14 de noviembre, día en el que hay convocada una huelga general. También ha mostrado públicamente su «respaldo» a la convocatoria e incluso el vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, ofreció consejos a Rajoy para evitar la protesta: «Que abra una mesa de diálogo con los representantes de los trabajadores, vuelva al tiempo anterior a la reforma laboral, rescate la negociación colectiva y recupere el entendimiento», dijo.

Sobre las polémicas palabras de 2010 de Griñán en las que, ante la huelga general convocada contra el Gobierno de Zapatero, defendió que «la democracia ni se paraliza ni se suspende», Jiménez escurrió el bulto. «La polémica sólo busca distraer la atención y desprestigiar la propia convocatoria», argumentó. También lo hizo cuando se le preguntó sobre las discrepancias en el seno del Ejecutivo andaluz y la parálisis institucional anunciada el martes que la Junta tuvo que negar un día más tarde. «La agenda que interesa en este caso no es la de la Junta, sino la de recortes del Gobierno central», que tildó de «diabólica» y que «es la que nos ha traído hasta aquí».

Para los sindicatos CC OO y UGT en Andalucía no es suficiente. Quieren a los socialistas detrás de la pancarta, conscientes de que la segunda huelga general contra el Gobierno de Rajoy puede convertirse en otro fracaso. Francisco Carbonero reclamó que el PSOE-A «no debe limitarse a respaldar, sino que debe secundar» la huelga, de forma que sus militantes deben «apoyar las movilizaciones».

En la misma línea, Manuel Pastrana instó al partido que lidera José Antonio Griñán a «ponerse al frente» en la defensa de «los derechos e intereses de los trabajadores, sin dudas ni vacilaciones», y a «apoyar la convocatoria», partiendo de la premisa de que «el derecho de huelga es individual».

Los convocantes del paro general no creen que la imagen que pretenden trasladar el 14N perjudique a España y a Andalucía, tal y como, por ejemplo, apuntó el miércoles el presidente de la patronal andaluza. Para el secretario general de UGT-A, «sí daña la imagen de Andalucía» el número de parados con los que cuenta la comunidad y la «debilidad» de su tejido industrial. Lo dijo en la sede de los socialistas andaluces, partido que ha gobernado en la región durante toda la etapa democrática. Y fue más allá. Según Pastrana, UGT quiere impedir que «Andalucía vuelva a ser el furgón de cola de España, la tierra que aprovisionaba de mano de obra barata e inculta a la burguesía del país».

Por su parte, el secretario general de CC OO-A argumentó que «si hay algo que daña la credibilidad de la política es no identificar las necesidades de la sociedad», ya que, a su juicio, apoyar la huelga supone «compartir el sentir mayoritario de la ciudadanía», que «está en contra de las políticas del Gobierno, más allá de que secunden la huelga».

El objetivo de los sindicatos es que en Andalucía, la jornada tenga «un matiz verdiblanco» y reivindicar «el cumplimiento del Estatuto de Autonomía».