Diseño
Los robots de la farmacia reducen errores de dispensación
Se introducen los productos mediante un escáner especificando la fecha de caducidad que detecta un láser y un brazo articulado los recoge y coloca
Una de las principales ventajas del sistema de almacenamiento robotizado en la farmacia es que te permite ganar un tiempo para atender al paciente. Es decir, puede mejorar la calidad del servicio y la atención directa que le presta. Libera tiempo de una tarea de escaso valor profesional añadido –localizar el medicamento en el sitio exacto en el que está /sistema cajas/estantes– para realizar mejor la que constituye la esencia y naturaleza de la profesión: el consejo, la dispensación activa y la atención. Además, la percepción del paciente es que está mejor atendido, puesto que el farmacéutico no se desplaza de un sitio a otro mientras le atiende.
Ésa es la principal aportación de un almacén robotizado. Probablemente también libere algo más de espacio para la exposición, pero no es sustancial. Sí lo es, también, que el almacenaje es mucho más seguro en dos sentidos. Uno, porque el robot reduce el error humano en la dispensación, y dos, el control del stock es total. Se puede llevar un control exhaustivo de los movimientos de cada artículo dentro del robot y en cada momento del proceso. (entrada, salida y traslado). Permite mejorar el control de las caducidades –se le puede ordenar que saque los productos con fecha de caducidad que se quiera–, los medicamentos permanecen bajo llave y en condiciones físicas y ambientales adecuadas.
A simple vista, podría parecer que el funcionamiento del almacén robótico es complejo. Pero su funcionamiento es bastante sencillo. Se introducen los productos a través de un escáner especificando la fecha de caducidad, un láser detecta y graba las dimensiones de cada producto y se quedan en una cinta transportadora. Un brazo articulado se encarga de recogerlos de la cinta (usando un chupón) y colocarlos en los estantes, de forma según tamaño y fecha de caducidad.
A la hora de la dispensación, se pide el producto usando el programa de gestión de la farmacia. El robot lo identifica y retira con el brazo articulado aquel que tenga la caducidad menor, y lo suelta en otra cinta transportadora que lo lleva hasta el puesto de trabajo. Permite optimizar su funcionamiento cada cierto tiempo, recolocando mediante una orden los distintos productos según tamaño y caducidad para ahorrar espacio en el interior del robot. No obstante, tiene inconvenientes propios de cualquier sistema informático, ya que dependencia de la corriente eléctrica. Sin embargo, en caso de corte tiene una autonomía de unos 40 minutos que permitiría comenzar el plan de emergencia; hacer una copia de seguridad de datos.
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