Comunidad de Madrid

Gómez impone la ley del silencio

Pide a los miembros de su Ejecutiva que no alimenten la polémica de las candidaturas. Blanco le deja, de nuevo, fuera de «los mejores»

Gómez impone la ley del silencio. Foto: Cipriano Pastrano
Gómez impone la ley del silencio. Foto: Cipriano Pastranolarazon

MADRID- En las últimas dos semanas, el baile de nombres para encabezar la lista socialista a la Comunidad de Madrid ha sido continuo. Oficialmente nadie en el partido ha dicho nada, sin embargo, cada vez el nombre de Tomás Gómez, secretario general del PSM, queda más en entredicho. Los últimos movimientos, que han agitado la federación madrileña han surgido precisamente del líder regional y de su más fiero enemigo en los últimos tiempos: el número dos de Zapatero en el PSOE.

José Blanco fue el primero en poner en la cuerda floja a Gómez y, ayer, volvió a dejar en suspenso la candidatura del ex alcalde de Parla en las próximas autonómicas al suscribir punto por punto las palabras que dedicó el lunes el presidente al responsable del PSM. El ministro de Fomento repitió que son «las personas con más capacidad para poder competir electoralmente», las que deben representar al partido en las elecciones y, aunque reconoció que la federación madrileña «ha ganado en cohesión» gracias al «trabajo que está desarrollando» Gómez, insistió en su afrenta con una frase que sonó a sentencia: «El PSOE quiere producir un cambio en Madrid y para eso ofrece a la sociedad madrileña y al Partido Socialista a los que entiende que son las personas con más capacidad para poder competir electoralmente».

Tampoco, y en respuesta a hasta en cinco preguntas, la secretaria de Organización del PSOE quiso contradecir a Zapatero en su «buenísima» opinión de Trinidad Jiménez –que aún no ha recibido la propuesta oficial del presidente– y Jaime Lissavezky como futuros candidatos para las plazas más importantes de Madrid. «Debemos ser respetuosos con los tiempos, los procedimientos, los militantes y los dirigentes», aseguró Leire Pajín.

Ante esta nueva afrenta Gómez ha tomado una decisión radical. Ha solicitado a los miembros de su Ejecutiva que no realicen declaración pública alguna respecto al baile de candidatos que se ha abierto. Quiere acabar con la imagen que le están labrado de nuevo enemigo de la dirección federal y, aunque sabe que ha perdido el apoyo de los que fuesen sus valedores hace tres años, quiere batirse el cobre a toda costa en unas elecciones primarias. Su circulo más íntimo no duda de que presentará su candidatura a pesar de la opinión de la dirección federal. El duelo puede ser complicado. Todos en la Ejecutiva regional socialista saben que el candidato de Zapatero tiene ya la mitad de las primarias ganadas.