Empleo

Economía centrista para todos

La Razón
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Las principales líneas económicas del programa del PP podrían ser compartidas por la mayoría, incluyendo a los socialistas. En la Hacienda Pública, el PP entiende la austeridad como la eficiencia y la eliminación de «gastos superfluos y duplicidades». En el mercado de trabajo, «simplificaremos la tipología de contratos laborales para reducir la temporalidad y dar expectativas de estabilidad, flexibilidad y seguridad». Esto no es abaratar el despido, como asegura Alfred l'Écoutant, que podría respaldar la unidad de mercado y la modificación de la negociación colectiva. Cualquier socialista podría secundar, porque concuerda con la normativa europea, la modificación del «régimen del IVA para que autónomos y pymes no tengan que pagar el impuesto hasta que se haya efectuado el cobro de las facturas correspondientes». Y un Alfred que ha declarado: «Me voy a partir el pecho por los emprendedores», difícilmente criticará «una nueva ley que favorezca las nuevas iniciativas empresariales y el desarrollo de la actividad de pymes y autónomos». No pocos progresistas aplaudirían también la mejor fiscalidad sobre el ahorro de los ciudadanos, que algunos consideran odiosas «rentas del capital». Ha dicho el candidato socialista que él pretende abaratar la contratación. Esto proclama el PP: «Aprobaremos un apoyo fiscal, por importe de 3.000 euros, por la contratación del primer trabajador que no tenga la condición de socio de una empresa de nueva creación». Algo parecido cabría aducir a propósito de la elevación de los mínimos familiares en el IRPF o el apoyo general a las pymes. ¿Y la ecología, seña de identidad del progresismo? El PP propugna una «energía de calidad para impulsar la economía. Desarrollaremos una política que garantice el suministro, la competitividad, la eficiencia energética y la sostenibilidad medioambiental». Y en cuanto a las ejecuciones hipotecarias: «Reformaremos la Ley Concursal para introducir en los procedimientos de insolvencia de las personas físicas, con las debidas garantías para evitar comportamientos abusivos, mecanismos de liberación de los deudores tras la ejecución del patrimonio embargable». ¿Y el niño pijo del vídeo, y el PP que liquida el Estado del Bienestar? Esto dice el programa de los conservadores: «Adoptaremos todas aquellas medidas que garanticen el acceso universal a unas prestaciones de calidad». Se podrá criticar, pero la propaganda izquierdista que lo viste como una apuesta radical por el liberalismo y las privatizaciones no se tiene en pie.