Banco de Valencia ha perdido el 94% de su valor en cuatro años

MADRID-La vuelta al parqué de las acciones de Banco de Valencia tras su intervención el lunes por el Banco de España despejó ayer cualquier duda que pudiera existir sobre su futuro. Los títulos de la entidad financiera se desplomaron un 28,38% y cerraron en el mínimo del año: 53 céntimos, desde los 0,74 con los que iniciaron la sesión. En una nueva jornada negra, la capitalización bursátil del banco se redujo en 103 millones de euros.

Desde que comenzara la crisis, Banco de Valencia ha perdido un 94,26% de su valor, de acuerdo con los datos recogidos por LA RAZÓN en la propia entidad. A 31 de diciembre de 2007, cuando apenas se habían dejado notar en España y en Europa los vaivenes de las hipotecas «subprime», su capitalización bursátil se situaba en 4.550,2 millones de euros. A partir de ese momento su caída ha sido en picado a medida que los problemas hacían mella en el sistema financiero internacional. El pasado año, el banco se podía comprar en el mercado por apenas 1.583,8 millones de euros.

Un año negro
Estos últimos once meses Banco de Valencia ha vivido un auténtico calvario, que ha culminado con la intervención de sus actividades por el Banco de España el pasado lunes. El miércoles se conoció que la entidad había dejado de provisionar 562 millones de euros para cubrir sus riesgos y que el «agujero» podía ser aún mayor cuando finalice la inspección que están realizando los equipos que dirige Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Ayer, el valor del banco se había reducido a 162 millones de euros. En los casi once meses que han transcurrido de este año, las acciones de Banco de Valencia han perdido un 83,51% de su valor, después de que marcaran su máximo el 1 de febrero cuando se pagaron a 4,0197 euros.

Ayer se conoció también que la entidad concedió créditos por importe de 100 millones de euros a su consejo de administración durante el pasado ejercicio, durante el cual ganó 67 millones.

Sin pasar por la junta
El consejo del Banco de Valencia estaba integrado entonces por ocho miembros, presididos por José Luis Olivas, en representación de Bancaja. También integraban el máximo órgano rector el consejero delegado, Domingo Parra (Valenciana de Inversiones Inmobiliarias), los vicepresidentes Antonio José Tirado (Bancaja) y Celestino Aznar (independiente), y los consejeros Rosa María Lladró (Agroinmobiliaria), José Luis de Quesada (Bancaja Habitat) y María Boluda (Bancaja Participaciones). El sueldo del consejo se elevó a 1,969 millones de euros, importe (el 2,9% del beneficio neto). Los siete miembros de la alta dirección recibieron por 2,838 millones de euros. El consejo no sometía a la junta general de accionistas su política de retribuciones.