La Fiscalía avisa de que el riesgo de atentado islamista es «muy alto»

Éstas son conclusiones de la Fiscalía General del Estado en su análisis sobre el terrorismo internacional de origen islámico, acreditadas por el reciente secuestro de tres cooperantes por miembros de Al Qaida en el Magreb Islámico (AQMI) , hecho que, se asegura al respecto, demuestra «claramente la grave amenaza que este fenómeno terrorista representa para nuestro país».

Cinco son los principales «indicadores» que justifican para el Ministerio Público tal valoración. En primer lugar, las reiteradas amenazas vertidas en los continuos mensajes, difundidos por líderes de la organización terrorista Al Qaida. En segundo lugar, las referencias expresas a Al Andalus y la «cada vez más insistente reivindicación» de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que se califican como «territorio ocupado». En tercer lugar, la consolidación de Al Qaida en el Norte de África, a través de dos importantes grupos locales yihadistas, como son AQMI y el «Grupo Islámico Combatiente Libio», así como la probable implantación de células activas del primero de ellos para llevar a cabo acciones terroristas dentro del territorio de la Unión Europea.

En cuarto lugar, alude a la participación de tropas españolas en contingentes militares internacionales en Afganistán y Líbano, y, por último, a la actividad contraterrorista, tanto policial como judicial, desarrollada en España, «así como la activa y destacada participación de nuestro país en la lucha contra ese tipo de terrorismo a nivel internacional». A todo ello hay que unir la celebración de un buen número de juicios contra células vinculadas con Al Qaida.

La suma de todos esos factores, concluye la fiscalía dirigida por Conde-Pumpido, es lo que ha situado a España durante estos años «en el punto de mira de la amenaza terrorista» de carácter yihadista. En relación con este tipo de terrorismo, la fiscalía pone de relieve la dificultad de luchar contra el mismo, dada la «singularidad» que presenta, ya que las acciones criminales se desarrollan «por células autónomas locales» que actúan en cada país respondiendo a la inspiración fundamentalista radical que les hacen llegar a través de diferentes medios de comunicación y, fundamentalmente, a través de internet. La red de internet se utiliza por Al Qaida para desarrollar una abierta labor de adoctrinamiento y captación de nuevos terroristas y para planificar atentados. «En síntesis, integra –internet– un auténtico campo de entrenamiento virtual de posibilidades infinitas», sostiene al respecto la Memoria fiscal.

El resumen del análisis del terrorismo de carácter yihadista viene a concluir la «indudable y altísima potencialidad lesiva de este fenómeno criminal».


Células en estado embrionario
La Fiscalía destaca cómo ha sido la política penal preventiva la que ha permitido desarticular células terroristas en estado incipiente o embrionario, razón fundamental por la que estos grupos criminales no han podido cometer un atentado terrorista desde hace ya seis años, desde aquel fatídico 11 de marzo de 2004. Esta política evitó la ejecución de atentados de gran envergadura, como el que pretendía perpetrar en enero de 2008 en el metro de Barcelona una célula paquistaní.

40 juzgados el pasado año
La Audiencia Nacional juzgó el pasado año a 40 acusados de integración o colaboración con alguna organización terrorista de carácter islamista. Al final, los magistrados, en los cuatro juicios, condenaron a 25 de ellos, «pese a las dificultades probatorias que entraña el enjuiciamiento en fases tan incipientes de la dinámica criminal».