Barcelona

La cita electoral pilla al PSC sin armar

Debe redefinir un proyecto que atienda a su votante españolista y atraiga al catalanista que votó Mas

Pere Navarro, proclamado primer secretario del PSC, ante la mirada de Ros y Elena, sus contrincantes
Pere Navarro, proclamado primer secretario del PSC, ante la mirada de Ros y Elena, sus contrincanteslarazon

BARCELONA- Redefiniendo su perfil ideológico para recuperar parte del electorado perdido en los últimos comicios. Así pilla el avance de las elecciones autonómicas al PSC. A medio vestir, descalzo, despeinado, sin camisa. Desde su histórica derrota, el 28 de noviembre de 2010, aún no han pasado ni dos años. Y Pere Navarro no hace ni un año que fue elegido primer secretario del PSC en un congreso que cerró en falso el debate identitario. El eterno dilema que asola al PSC, tener que satisfacer las demandas del electorado catalanista sin defraudar al sector españolista, que, tradicionalmente, representa a dos de cada tres votantes socialistas.

El precio de la pluralidad
Cuando a Miquel Iceta se le pregunta por las «dos almas» del PSC, siempre responde que los socialistas catalanes son un partido abierto y plural. «Dentro del partido caben independentistas, federalistas y confederalistas», insistió ayer el secretario de política municipal del PSC, Manuel Bustos, tras confirmar que el partido no expulsará a nadie por casos como el de Sant Feliu de Codines (Barcelona). En ese Consistorio, donde los socialistas gobiernan con mayoría absoluta, se ha aprobado una moción a favor de un referéndum para «decidir el futuro nacional».

El debate sobre el derecho de autodeterminación tiene a los sectores críticos –los catalanistas «Avancem», de Joan Ignasi Elena; «Plaça 21», de Ernest Maragall; el alcalde de Lleida, Àngel Ros, o algunos de los jóvenes dirigentes– enfrentados con la cúpula, que discrepa del derecho a decidir. En lo único que están de acuerdo es en que el PSC defiende un modelo federal, pero la historia y la reacción de Alfredo Pérez Rubalcaba al independentismo de Artur Mas, restan credibilidad al proyecto.

En un intento de evitar que se acuse al partido de no tener un proyecto definido, Bustos defendió que en el PSC «no todo el mundo piensa igual». «Lo que tenemos que hacer es integrar y entender estas sensibilidades. El PSC será grande si esto se entiende», subrayó. No hay más que mirar su historia. El actual PSC es el resultado de la unión de tres partidos, el PSC-Congrés, el PSC-Reagrupament (más catalanistas) y la federación catalana del PSOE (más españolista), que en 1978 confluyeron en un partido catalanista y de izquierdas.

Pero la ausencia de un discurso alternativo a CiU, la falta de un liderazgo afianzado y las continuas disputas internas no ayudan a dar credibilidad al discurso de Bustos. Tampoco al del primer secretario. La actual situación obliga al PSC a posicionarse, a concretar si defiende una Cataluña dentro de España, sin matices, para recuperar al votante que las últimas elecciones se fue hacia al PP, sin que se le acuse de ser anticatalanista, si quiere recuperar a los votantes que en las últimas elecciones le robó CiU.

Será a Navarro a quien le toque articular este discurso, porque aunque en el último congreso, los socialistas acordaron que escogerían a su candidato en unas primarias, el PSC no tiene ni listo el reglamento que debería dirigir el proceso ni tiempo, algo que ayer lamentó Ros.

 

La maquinaria de la precampaña, en marcha
Tanto ERC como ICV decidieron ayer impulsar sendos documentos para trazar su propia definición del futuro de Cataluña. En consejo municipal los primeros y en consejo nacional los segundos, ambos partidos pusieron en marcha la maquinaria de la precampaña electoral, a la espera de que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anuncie la fecha de unos comicios que todos dan por hecho. A través del «Manifiesto de Cardona», ERC exigieron o una declaración unilateral de independencia o un referéndum, mientras que ICV dio luz verde a una ponencia que analice los escenarios posibles, como el estado propio.