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Benicàssim: empieza la fiebre

Los grandes del «indie de masas» –Arctic Monkeys, Strokes o Arcade Fire– son la punta del iceberg de una cita en la que descubrir, este año, a Art Brut, Herman Dune o Catpeople 

A millares. Los fibers comienzan a inundar el recinto del festival. Este año, se espera superar los 125.000 de 2010
A millares. Los fibers comienzan a inundar el recinto del festival. Este año, se espera superar los 125.000 de 2010larazon

Los tópicos se quedan cortos para resumir la expectación en Benicàssim. Las señales previas vaticinan un evento poco apto para agorafóbicos. Después de una de las ediciones más flojas de su historia, al borde de la mayoría de edad (van por la decimoséptima) puede batir todos los récords. Los de asistencia, desde luego, porque si algo trae el FIB este año son los grandes protagonistas del «indie de masas». No falta ninguno, y no por obvios que sean sus nombres, no le quitan brillo al póker de cabezas de cartel: Arctic Monkeys, The Strokes, Portishead y Arcade Fire son, con el permiso de Franz Ferdinand, los grupos de mayor tirón popular del momento.

Y con esta fórmula se alimenta el dragón del festival. El pasado lunes, 3.000 personas habían aterrizado en las instalaciones del camping, la mayoría extranjeros. La localidad castellonense, se ha ido inundando poco a poco de rostros pálidos que ayer ya lucían quemaduras y caminaban con las sombrillas abiertas por la calle, ocupando las terrazas. Son los primeros en llegar en aerolíneas de bajo coste y mayoritariamente ocupan el camping que, aunque digno, ningún médico puede recomendar más de una semana.

Un cámping de riesgo
La organización ha habilitado este año un segundo campamento, más pequeño, bajo la advertencia de la confederación Hidrográfica del Júcar, que recuerda que parte del utilizado en ediciones anteriores está situado en una zona inundable. Sumadas, la capacidad de ambas zonas, 27.000 fibers harán su sentada bajo el sol cerca de la zona de conciertos. Hace más de un mes que se agotaron los abonos con derecho de acampada.

En esta edición, la de todas las esperanzas, parece haberse equilibrado además la asistencia entre foráneos y españoles, al 50 por ciento según la organización (en otros años el reparto a sido 40 a 60 a favor de los extranjeros), aunque en la jornada inaugural se nota que faltan muchos «fibers» de los que vienen por carretera, aunque algunos de ellos, camiseta de Iniesta en ristre, orgullo futbolístico henchido, ya se hacían notar. A pesar de la antelación de la llegada, grandes colas en los accesos confirmaban la desbordante afluencia de público a última hora de la tarde de ayer.

La enorme fuerza del cartel (sin menospreciar las bondades de las playas de Benicàssim) es, en realidad, la clave del éxito de esta edición, que pelea contra la gran competencia de citas veraniegas en toda Europa, a precios más bajos. El director del Festival, Vince Power, aseguraba que la organización «ha sido sensible» con la situación económica de los jóvenes y por eso han ideado fórmulas de pagos a plazos de los 175 euros que cuesta un abono completo. Pero lo importante es el plantel, las actuaciones «imperdibles».

En la jornada inaugural, puede que sobre el papel la más floja de las cuatro, se notaron las ganas. Porque la tarde dejaba una suma más bien atípica de artistas. Russian Red consagró su actuación a su último álbum, «Fuerteventura», el grueso de su actuación en Benicàssim, falda negra y top claro, fue el cancionero del disco recientemente publicado y por eso el público respondió.

Al cierre de esta edición, aún no habían comparecido las apuestas «raras» de la jornada, al menos para el público español. The Streets, liderados por Mike Skinner en una de sus últimas apariciones al frente de la banda, cerraron con su actuación el escenario principal, formando una especia de combo con Plan B, que se han acercado al soul en su útlimo disco. Ver a dos blancos rimando en el rebautizado escenario Maravillas de Benicàssim resulta bastante llamativo, como lo es la «electronic txalaparta» de Cristal Fighters, un grupo inglés que mezcla sintetizadores y folclore vasco.

Decisiones difíciles

Hoy habrá que tomar las típicas decisiones difíciles que le parten a uno el corazón, ya que no puede dividirse o dejar una oreja en otro escenario. También es la trampa de la acumulación de nombres, que impide ver casi nada. De ninguna manera hay que perderse a Art Brut ni a Herman Dune, aunque probablemente coincidan sus actuaciones, y con la de Elbow, la sensación británica que no ha cuajado en España. Pero después será peor: ¿The Stranglers o The Undertones? ¿Llegará James Murphy a coincidir con The Strokes? Lo de ver a Brandon Flowers, líder de The Killers, en solitario, es absolutamente opcional.

Sábado: para el calentamiento, Primal Scream que se suben al carro «revival» e interpretarán del tirón «Screamadelica», su disco fetiche. Y en el escenario mediano, después de Bombay Bicicle Club, el talentoso y delicado Beirut, que no todo va a ser dar saltos. Cierran los chicos de moda, con la reválida del talento bajo el brazo: Arctic Monkeys. La del domingo será una jornada de guante blanco, en especial por el cierre del Maravillas hasta 2012. Noah & The Whale, Portishead, y Arcade Fire prometen emoción contenida. The Go! Team, en el escenario mediano merecerán una visita, al igual que Tinie Tempah, este sí, rapero de origen africano y dicción y maneras (en el mejor sentido) británicas.

Por allí, flotando, hay bastante presencia de grupos españoles. Es una buena noticia que en el escenario principal hay cada día, al menos, un representante nacional. Si ayer dieron la talla Russian Red y Layabouts entre tanto foráneo, hoy Nudozurdo y Athom Rumba deberán dejar el pabellón alto. Lori Meyers y Catpeople (que repiten presencia en el gran escenario) son las apuestas. Los Ginkas, Astrid y Col.lectiu Brossa y Antònia Font merecen el calor de los fibers. El domingo se sabrá (no es difícil de calcular) si el FIB contribuye a aumentar la Felicidad Interior Bruta de, puede que sí, 200.000 personas.


Un fiber se distingue por...
- Edad: entre 25 y 35 años. Aunque pocos de los más veteranos, los que descubrieron el festival en su primera edición hace 17 años con su mayoría de edad se atreven a repetir, gran parte superan con holgura los 30.
- Nacionalidad: La organización asegura que hay un empate técnico entre foráneos y nacionales, pero llama mucho la atención durante la jornada inaugural la avalancha de británicos y galos.
-Atuendo: bañador o bermuda y zapatillas de suela fina tipo Victoria. Gafas de pasta de colores diversos, flequillos y sombreros tipo fedora y de paja para ellas.
- Liturgia: El fiber busca una ceremonia, más importante que el menú musical: la comunión con un evento que atrae la mirada de el universio «indie».

El senior, la novata y mediofondista
Rosa Pereiro y Pablo Serrano

Ella, gallega. Él, valenciano. El Erasmus los unió cuando Pablo ya tenía el veneno del Fib en las venas. Rosa escuchó, leyó y se enamoró. Una visita a Benicàssim, la música y el cariño como excusas. Pablo, el veterano del principal festival europeo de música independiente con diez años a sus espaldas, convenció a Rosa, la novata mejor acompañada que jamás conocieron los fibers. Él lo tiene claro: «Los Strokes son los cabezas de cartel». Ella sólo quiere pasarlo bien con el mejor guía posible.

Alejandro Rodríguez
«Soy popero desde que nací». Así se define este corredor de media distancia nacido en Pozuelo (Madrid). Se aficionó a la música con Los Planetas y a los festivales con el Sonorama. Son cinco ediciones las que lleva este ingeniero a la espalda.