La cosa se pone peligrosa

Alguien le ha dicho: oiga, ¡que confinar a setenta y cinco mil personas va a ser un poco escandaloso! De momento, ahí queda: los tribunales comienzan a husmear por aquí... Como DSK empiece con la misma historia, ¡nos cierran! Pleitos tengas y los ganes, dice la maldición gitana. Los twitteros se han dado un descanso de política, que falta hacía. Algo queda con el lío del PSOE. @mangasalasisa se huele que lo de las primarias es más bien tongo: «¿Por qué lo llaman candidatura de consenso cuando quieren decir dedazo? #eufemismos», y @Almudenanegro se quejó con rabia: «O sea, que el PSOE va a estar dedicado a sus broncas internas mientras el bono español se hunde #eleccionesgeneralesya». @a_bewsher se lo tomó a broma: «Para las primarias del PSOE propongo hacer un reality que incluya supervivencia, convivencia, pruebas de canto y de baile». Estaría gracioso Rubalcaba con tutú.

Las ruedas de prensa de los que llegan y los que se van ocupan pocos espacios. Mereció la pena la indignación de @veteadarunpaseo: «Revilla se despide diciendo q se ha dejado parte de su vida y su salud. Le recuerdo q nadie se lo pidió, gobernaba por un pacto chaquetero». De entre los políticos aún enganchados a twitter, además de la incombustible @ccifuentes, ayer sorprendió @matrujil con una iniciativa inédita. Twitteó una Comisión desde el mismo Congreso con mensajes como «En relación con las razas autóctonas canarias interviene la diputada socialista @MercedesCoello en la Comisión de Medio Ambiente» que, según lo leímos, pensamos «vaya turra que estás soportando, amiga».

Y para unir política con el humo del volcán que está amenazando a la afición del Barça, @alfredodiaztwit preguntó «¿Y ese humo negro en Islandia? ¿Están quemando a políticos y banqueros corruptos? ¿Se va a hacer en otros países? ¿Se recogen firmas?». Parece que no, pero maldita la gracia si los culés no pueden llegar a Londres a apoyar a los suyos. Y nosotros, a por uvas, que lo dijo @lartaun_: «Constato que la educación en España siempre ha sido una mierda. Mucho Etna, Vesubio y Teide pero nadie habló de los volcanes islandeses».