Sevilla

El rechazo social a los trastornos mentales dificulta su diagnóstico

Las enfermedades mentales como la esquizofrenia o el trastorno bipolar son difíciles de diagnosticar. El 46 por ciento de los españoles reconoce que esto puede deberse al rechazo social que existe hacia estas patologías, lo que provoca que los pacientes no vayan al médico.

 

Estos son algunos de los resultados de una encuesta realizada por la Fundación AstraZeneca durante su última «Campaña de Concienciación Social sobre la Enfermedad Mental» celebrada en Madrid y Sevilla.

En el estudio participaron cerca de 5.500 encuestados. De ellos, el 69 por ciento afirma que son enfermedades muy desconocidas, tanto por los pacientes como por sus familiares, mientras que uno de cada cuatro (26 por ciento) apunta a que el problema de diagnóstico se debe a que los «síntomas de estas enfermedades son poco claros».

Otro dato relevante de esta encuesta fue el «gran desconocimiento» por parte de la mayoría de las personas de los síntomas de la esquizofrenia y del trastorno bipolar. De este modo, un 52,2 por ciento de los encuestados no conocía ningún síntoma del trastorno bipolar y un 45,5 por ciento no conocía ninguno de la esquizofrenia.

Por contra, entre las personas que sí conocían síntomas de ambas enfermedades, destacaron la ciclotimia en forma de altos y bajos y los cambios de humor como determinantes en el trastorno bipolar, y la presencia de alucinaciones, la agresividad y violencia en el caso de la esquizofrenia.

Igualmente, nueve de cada diez encuestados piensan que el trastorno bipolar y la esquizofrenia interfieren en la vida cotidiana del paciente, sobre todo en las relaciones de pareja, el trabajo y el tiempo de ocio. Sin embargo, «se percibe que ciertas tareas se pueden hacer con cierta normalidad. Hay que dejar claro que esa limitación no es imposibilitante», explicó Miguel Ruiz, profesor de Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid y director del estudio.