Ochenta años de Barajas al cielo

MADRID- Hoy parece imposible concebir Madrid sin Barajas (la principal fuente de ingresos de la ciudad y también de la región), sin embargo, el aeropuerto madrileño apenas cumplió ayer 80 años. Una efeméride que celebró operando más de 1.500 vuelos. El aeropuerto madrileño es ahora el cuarto de Europa por tráfico aéreo y la principal puerta del continente a Latinoamérica, pero su inauguración fue muy distinta. Aunque se abrió administrativamente al tráfico el 22 de abril de 1931 bajo el nombre de «Aeropuerto Nacional de Madrid», no fue hasta una semana después, el día 30, cuando sus pistas recibieron oficialmente al primer avión.
Un vuelo procedente de Getafe «en el que viajaba el jefe superior de Aeronáutica, comandante Franco» –según quedó registrado en el único testimonio que se publicó sobre el bautismo de Barajas, en el diario matutino «La Época», el 2 de mayo de 1931–, fue el primero en tomar tierra en las pistas de Barajas. Entonces, tras dos años de obras y desde su recientísimo exilio en París (apenas dos semanas antes se había proclamado la República), el rey Alfonso XII, el mismo que puso en marcha la red de metro madrileña y que había aprobado dos años antes la creación de un aeropuerto en «una paramera de 493 fanegas de extensión en el noroeste, junto al municipio de Barajas», vio cumplido su sueño de suplir con esta infraestructura a los aeropuertos de Alcalá, Carabanchel y Getafe.
La apertura de su primera terminal, igual que ocurrió en 2006 con la puesta en marcha de la ampliación de Barajas con la inauguración de la T-4, congregó a un nutrido grupo de personalidades de la época. Ahora Barajas está conectado con dos estaciones de Metro, una de Cercanías y decenas de líneas de autobuses, pero en su apertura «La Época» destacó que «fueron muchísimas las personas que, en automóviles, camionetas y otros medios de locomoción, acudieron al aeródromo para presenciar el acto». La fiesta fue un éxito, tanto que muchos de los presentes en el acto recibieron ese día su «bautismo del aire».
La primera empresa de Madrid
El apartado de comunicaciones no ha sido el único en el que el aeropuerto de Madrid ha dado un salto exponencial a lo largo de su historia. En los años 30, la capacidad de Barajas era de 30.000 pasajeros anuales, ahora sólo la T-4 tiene capacidad para recibir a 35 millones de pasajeros al año. En su historia ha sido escenario de atentados terroristas y trágicos accidentes de aviación. También se ha convertido en la mejor imagen de la España del siglo XXI y en un negocio rentable que cerró 2011 con unos beneficios de 16 millones de euros.

El primer aeródromo comercial
«Hoy a las cuatro y media de la tarde, se verificará la inauguración del aeropuerto nacional de Madrid... Está destinado a uso de aviación civil y tráfico aéreo comercial y particular, tanto nacional como internacional». Con este párrafo anunciaban la apertura de Barajas en el diario «El Imparcial» del 30 de abril de 1931. La inauguración supuso un hito histórico puesto que el aeródromo «en la carretera de Francia», fue el primero en acoger sólo vuelos comerciales».